Por Ricardo Roa clarin.com No ha sido el fallo bisagra que el Gobierno pretendía ni tampoco es un fallo menor. El capítulo de la ley de medios en la Corte terminó con una victoria del kirchnerismo. Pero, como admitió Lorenzetti, el presidente del Tribunal, la pelea judicial aún está abierta. Lo que concluyó es la discusión sobre si toda la ley era constitucional. Lo que continúa es la discusión sobre cómo será aplicada. Desde siempre, la cuestión de fondo es la misma: para el Gobierno, silenciar a Clarín asfixiándolo económicamente y para Clarín, seguir siendo un medio independiente. En el centro está el derecho de la gente a elegir con quién informarse. Este tampoco es un tema menor, sino el mayor de todos. Lorenzetti pretende que el fallo que él impuso es un fallo políticamente neutro. Se puede estar de acuerdo o no con eso. Donde no hay ninguna discusión es que en la Argentina el Estado no es neutral sino un instrumento que el Gobierno usa a diestra y siniestra. Y él lo sabe mejor que nadie: lo llamaron “turro” y “coimero” en las escalinatas de Tribunales y lo acusaron de usar “fierros judiciales” para asociarlo con los viejos militares golpistas. Y hace cuatro meses, la AFIP lo envolvió en un escándalo cuando blanqueó que investigaba por evasión impositiva a su mano derecha y a sus hijos. Todos, aprietes para influir en su voto por la ley de medios. Lorenzetti jura hoy que no hubo pacto alguno, como denuncia Carrió. Pero son un secreto a voces sus encuentros con funcionarios clave del Gobierno. Le anticipó a Zannini el contenido del fallo, que es como decir que le dio la primicia a Cristina Kirchner. Y a la ahora electa senadora del Pro, Gabriela Michetti, le comentó: “En esta pelea no hay un bueno y un malo, los dos son malos”. Una versión remixada de la teoría de los dos demonios. Las posiciones en la Corte estaban empatadas y él desempató a favor del Gobierno. No fue neutral. Así sucedieron las cosas, aunque hay un argumento que él mismo hace circular y que no lo deja tan mal parado: no quiso que el fallo debilitara aún más el poder de la Presidenta. Eso puede explicar que la sentencia fuera difundida apenas dos días después del comicio y también otra cosa: que Lorenzetti tiene aspiraciones políticas. No está mal que las tenga: lo que no debería es mezclar la hacienda. La ley de medios es un regalo que Lorenzetti le hizo a Cristina. Pero es un regalo tardío. El Gobierno la precisaba antes para capturar y concentrar medios y para tapar denuncias de corrupción y problemas como la inseguridad y la inflación que no le preocupa resolver sino que no se cuenten ni se sepan. Por cosas como ésas fue derrotado el domingo. Y por esas mismas cosas, no tiene candidato propio para el 2015. Massa, Macri, Binner, Cobos y hasta el mismo Scioli preanuncian un país normal y no hay fallo que cambie esta historia. Fuente: http://www.clarin.com/opinion/regalo-tardio-Presidenta_0_1021097881.html
Ricardo Roa: «Un regalo tardío para la Presidenta»
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