Una Base con Historia

Desde su cierre en 2004, Roosevelt Roads había permanecido en el olvido, a pesar de intentos fallidos de reactivación. Sin embargo, en los últimos meses, la base ha vuelto a ser relevante, con el despliegue de cazas F-35 por parte del Pentágono en un operativo que, oficialmente, se centra en la lucha contra el narcotráfico en el Caribe.

La reactivación de Roosevelt Roads ha permitido ubicar no solo los cazas, sino también recursos clave, como torres de control aéreo y equipos de comunicación, indicativos de un renovado interés estratégico en la región.

Las mejoras en las pistas de aterrizaje han permitido que la base vuelva a ser funcional para operaciones militares, un hecho que invita a reflexionar sobre su futuro uso, especialmente en el contexto de tensiones con Venezuela.

La actividad reciente en la base ha generado un frenético debate en Puerto Rico. Muchos, como el alcalde de Ceiba, Manuel Rivera, ven una oportunidad de revitalizar la economía local tras años de estancamiento causado por el cierre anterior de la instalación. La llegada de fuerzas militares ha reactivado el comercio en los pueblos vecinos, evidenciando la importancia de la base en la economía regional.

Inaugurada en 1943, Roosevelt Roads desempeñó un papel crucial durante eventos históricos, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la Guerra Fría. Su influencia se sintió en operaciones relevantes, como el bloqueo marítimo en la Crisis de los Misiles de 1962 y las intervenciones en el Caribe.

Sin embargo, la militarización de la región también ha generado críticas. La ocupación de Vieques, donde se realizaron entrenamientos, provocó protestas por preocupaciones ambientales y de salud, lo que llevó al cierre de las instalaciones militares en 2003.

Pese a los avances, la propuesta de reabrir la base de manera permanente enfrenta oposición. Activistas y estudios indican que la presencia militar no necesariamente garantiza crecimiento económico, y que la historia de Roosevelt Roads es también la historia de una comunidad que ha sufrido por su militarización.

Hoy, el futuro de la base es incierto. Las autoridades estadounidenses están cautelosas, mientras que en Puerto Rico surge la esperanza de que un nuevo modelo de desarrollo pueda consolidarse, convirtiendo a Roosevelt Roads en un «diamante en bruto» para el bienestar del pueblo.

A medida que aumenta la actividad militar, también crece la expectativa de qué dirección tomará Roosevelt Roads. Mientras algunos abogan por su reactivación permanente, otros advierten sobre sus implicancias. De cualquier modo, la antigua base naval ha vuelto a ser un punto de atención en Puerto Rico, dejando en claro que su historia continúa escrita en las páginas del presente.