Rusia y China preparan un pacto para aumentar el uso de rublos y yuanes en su comercio bilateral e internacional para reducir la dependencia del dólar y evitar las sanciones de Estados Unidos dirigidas a las transacciones financieras, según ha confirmado el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en el marco de su visita a China.
Ambas partes pretenden lanzar un nuevo sistema transfronterizo que permita los pagos directos en las monedas de cada país. Para llevar a cavo ese plan, Moscú y Pekín negocian permitir el uso de la tarjeta Mir de Rusia en China y de la tarjeta de crédito china UnionPay en territorio ruso.
«Ninguna moneda debe dominar el mercado, ya que esto nos hace a todos dependientes de la situación económica en el país que emite esta moneda de reserva», ha manifestado Medvédev e informa South China Morning Post.
El primer ministro de Rusia ruso ha añadido que Moscú y Pekín «tendríamos que haber hecho esto hace 10 años» porque «el comercio por rublos es nuestra prioridad absoluta»; además, esta medida «debería hacer que el rublo pase de ser una moneda convertible a una divisa de reserva».
El intercambio comercial entre Rusia y China ha crecido un 30 % entre enero y septiembre de este año, hasta alcanzar 77.000 millones de dólares. Asimismo, Pekín es el mayor socio comercial de Moscú y representó el 15 % del comercio internacional ruso en 2017.
Con esta medida, esos dos países esperan que su comercio bilateral alcance 100.000 millones de dólares antes de 2019 y aumente hasta 200.000 millones para 2024.