“Quiero ser padre, me gustaría tener entre 6 y 11 hijos. Tengo los recursos económicos y el tiempo para criarlos, pero no puedo encontrar una pareja estable”, afirmó Santiago Maratea en una reciente charla, mientras disfrutaba de un mate. Su deseo de formar una familia contrasta con su lucha personal por comprometerse en el amor.

Reflexiones Sobre el Compromiso

Maratea utilizó una plataforma de comunicación para compartir sus inseguridades sobre el amor. «Soy un hombre promedio con miedo al compromiso. Cuando inicio una relación con una chica que me atrae, me empiezo a enganchar y eso me asusta», confesó, indicando sus dificultades para establecer vínculos duraderos.

Análisis Psicológico del Compromiso

La problemática que enfrenta Maratea es bastante común en la actualidad. En una conversación con NOTICIAS, la psicóloga Anabella Serventi explicó que muchos hombres viven una contradicción: desean relacionarse pero temen las inversiones emocionales que implica. “El compromiso no es el problema, sino cómo lo percibimos. Veo que muchos hombres asumen responsabilidades en otros ámbitos, pero en lo afectivo, lo ven como gastos, no como una inversión”, aseveró.

Serventi también destacó que las relaciones compiten con otros aspectos de la vida, como el desarrollo profesional y el bienestar personal. “El espacio que se demanda de una relación se convierte en un obstáculo”, advirtió, sugiriendo que la cultura actual fomenta una visión egocéntrica.

El Miedo a Perderse Algo

La psicóloga mencionó el fenómeno del FOMO (Fear of Missing Out), que refleja un temor a perder oportunidades. “Este miedo genera una ansiedad que impide conocer a las personas de manera significativa, ya que la atención se dirige hacia lo que podría ser, en lugar de lo que es”, explicó.

Desarrollo de Habilidades Emocionales

Serventi concluyó que la falta de habilidades socioemocionales, como la tolerancia a la frustración y la capacidad de trabajar en equipo, impactan la calidad de los vínculos. “Hay una dicotomía entre querer amor y no estar dispuesto a amar, lo que se traduce en encuentros superficiales que carecen de profundidad y reciprocidad necesarias para construir un proyecto compartido”, sostuvo.