Especialistas estiman que en dos años se producirá el primer trasplante de cerdo a humano, un cambio radical en la materia.
Dichos animales podrían ser una solución para las personas que buscan un órgano, ya que pueden ser criados en condiciones libres de gérmenes, tienen anatomía y fisiología similares a las humanas y nacen más de 10 crías por parición.
Las preocupaciones iniciales rondaban en torno de la posibilidad de que las células animales introdujeran en el organismo humano microorganismos de otra especie. Pero estas complicaciones serían resueltas en poco tiempo.
Otro obstáculo era el rechazo inmunológico. Hasta hace poco, si se implantaba un órgano de cerdo en un ser humano, este lo rechazaba en tres minutos. Sin embargo, los avances logrados en la generación de cerdos modificados genéticamente y el descubrimiento de técnicas muy precisas de edición genética (como Crispr-Cas9), para agregar o quitar genes, despiertan grandes expectativas.
Según cifras del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en la actualidad hay 10.258 personas esperando un órgano, y si bien en 2018 se registró una marca histórica de trasplantes, solo fueron 1681 los pacientes que recibieron uno.
Además de la regulación, para poder avanzar en xenotrasplantes es imprescindible generar un establecimiento de cerdos aptos para trasplantes. «En el mundo hay varias empresas que están produciendo islotes y animales editados genéticamente para humanizar los órganos -explica Pereda-. En el país tenemos el know how, tenemos veterinarios, especialistas en edición genética… pero falta la inversión para generar la infraestructura para el control de los animales».