En diálogo con Canal E, Mancuso explicó que el actual régimen de deducciones sigue un funcionamiento anticuado. Aunque los contribuyentes tienen la opción de presentar sus comprobantes mensualmente o al final del año, recomienda hacerlo de manera anticipada para minimizar las retenciones durante el ejercicio fiscal. Sin embargo, esto conlleva un inconveniente financiero: quienes optan por la presentación a fin de año no reciben el reintegro hasta febrero o marzo del siguiente año.

Deducciones de Salud y Educación: Límites Insuficientes

El tributarista señaló que las deducciones para medicina prepaga son un verdadero dolor de cabeza para la clase media. “El límite del 5% de la ganancia neta es irrisorio”, afirmó, resaltando que los costos de una prepaga pueden alcanzar entre 400.000 y 500.000 pesos mensuales en una familia promedio.

Para ilustrar la situación, afirmó que, para deducir completamente el costo de la prepaga, una persona tendría que tener un ingreso anual de 120 millones de pesos, una cifra que está lejos de la realidad de la mayoría de los argentinos.

En el ámbito educativo, la deducción máxima para colegios privados es apenas el 40% del mínimo no imponible, es decir, alrededor de 4,5 millones de pesos al año, sin contemplar el número de hijos. “Esto es una deducción insuficiente para la clase media”, añadió Mancuso.

Reforma Tributaria: Hacia un Sistema Más Inclusivo

Mancuso aseguró que la reformulación del sistema tributario está en discusión y buscará establecer cambios significativos. “El objetivo es avanzar hacia una deducción de gastos con menos restricciones, presentando simplemente la factura y el pago electrónico”, adelantó.

El especialista también mencionó la necesidad de revisar el límite de 600.000 pesos anuales para seguros de vida y retiro, un monto que, según él, no favorece el ahorro para la jubilación. “Aumentar este límite podría beneficiar el mercado de capitales argentino”, argumentó.

Apoyo a Padres Jubilados: Una Asignatura Pendiente

Cuando se abordó la posibilidad de deducir los gastos relacionados con el sostenimiento de padres jubilados, Mancuso señaló una falencia en la legislación actual. “Actualmente, solo se permite deducir gastos de cónyuges e hijos, dejando de lado a los padres, quienes en muchos casos dependen económicamente de sus hijos”, comentó.

Anticipó que este aspecto necesita una revisión urgente para reflejar la realidad económica de muchos adultos mayores en el país. “La creciente dependencia económica de los padres es un fenómeno que merece una discusión profunda y una pronta actualización legislativa”, concluyó.