El sexto mes del embarazo es uno de los más importantes en la etapa del desarrollo del feto. Los movimientos comienzan a ganar rapidez, el sentido del gusto se desarrolla y el oído comienza a diferenciar los estímulos externos.
Este segundo trimestre de gestación está lleno de cambios, no solo para el bebé sino también para la madre, ya el momento cumbre se acerca y el feto se está preparando para su llegada al mundo.
Características principales del feto
La semana 23 de embarazo influye mucho en el desarrollo del peso y longitud del feto. Para esta etapa su peso es de 430 gramos, el diámetro de su cabeza alcanza los 56 milímetros. Otras partes de su cuerpo como el fémur tiene una longitud de 42 milímetros y una altura de 27.5 centímetros. Los cambios a las 23 semanas de embarazo, aunque pequeños, serán determinantes para su crecimiento positivo al final del periodo de gestación, por ejemplo, la piel del bebé ya comienza a encajarse en su cuerpo.
El peso del bebé influye en muchos factores durante su nacimiento. Algo que la próxima madre debe conocer es que, en el momento de nacer, los bebés pierden peso, por eso es importante que durante la gestión se ingieran todos las vitaminas y nutrientes que ayudarán en su desarrollo.
Junto al peso hay que tener en cuenta la masa muscular, cuando él bebe no desarrolla los niveles de masa muscular adecuados se generan problemas de succión durante la lactancia.
En esta etapa la pigmentación de la piel ya comienza a definirse, pero el color de ojos aún no.
La madre también cambia
Como es de esperar, la madre también atraviesa por una serie de cambios desde el día uno hasta el último trimestre. Cuando se llega a la semana 25 de embarazo, la apariencia de la madre cambia totalmente. Uno de los cambios más evidentes que experimenta la madre durante esta semana es el aumento de peso, ya que para esta etapa las mujeres suelen haber ganado unos 8 kilos. La piel comienza a estirarse por el crecimiento del bebé que busca espacio dentro del útero durante estas semanas de embarazo.
Los tobillos también tienden a hincharse. Una parte del cuerpo que cambia en casi todas las mujeres en gestación es su nariz, que suele “agrandarse” de forma notable pero luego vuelve a su estado natural.
El pelo también crece más y se vuelve brilloso. Los pechos, naturalmente comienzan a crecer a partir del final del segundo trimestre preparándose para alojar la leche materna con la que se alimentará el niño.
Cambios que no cesan
Durante la semana 26 los malestares del embarazo se hacen más frecuentes y se convierten en un verdadero dolor de cabeza.Los síntomas del embarazo esta semana principalmente son la hinchazón sobre todo en los pies y los tobillos. Las jaquecas y dolores de cabeza ocasionales son comunes en la semana 26 de embarazo. Otros como los dolores musculares en la zona abdominal, cambios en la visión y el incremento de las secreciones vaginales son infaltables a las 26 semanas de embarazo.
La presencia de las hemorroides también forma parte de las molestias de la gestación, debido a la presión que ejerce el feto sobre la zona pélvica.
El estreñimiento, gases y los problemas digestivos entran en este abanico de síntomas con los que se deben lidiar. Aunque los mismos son comunes, cuando los dolores pasan de ser soportables a poco manejables, es necesario acudir al médico para verificar que todo esté bajo control.
Comienza la recta final
Al entrar a la semana 27 de embarazo comienza el trimestre final de gestión, y a estas alturas el bebé es capaz de reconocer la voz de la madre y el padre. Para cuando se cumplan 27 semanas de embarazo, la madre ya debe estar preparada para el parto al final del embarazo, en vista de que su ritmo cardiaco, estrés y nerviosismo están vinculados directamente al del bebé y todo le afecta en mayor porcentaje.
Órganos importantes del bebe como los pulmones y el corazón están completamente formados, aunque en el caso de los pulmones el feto aun no los usa, porque el oxígeno que necesita lo recibe a través de la placenta, el cordón umbilical y lo que ingiere en el saco amniótico.
En cuanto a la madre, los cambios hormonales y de humor son más fuertes y frecuentes. Suelen estar ansiosas por tener a su bebé en brazos, pero también les preocupa todos los problemas y el trabajo que les queda por delante.
La hinchazón en las manos, pies y tobillos se vuelven incómodos y el cansancio es mayor, aunque si esta sensación de agotamiento es constante, puede ser indicio de anemia o falta de hierro en el organismo, situación que se descarta con facilidad a través de un examen sanguíneo, y de resultar positivo es necesario aumentar la ingesta de suplementos con hierro.