Generalmente, uno tiene por costumbre cerrar las ventanas apenas llueve. Es un error cometido por muchos, si bien llueve en una época como esta en la que no hace frío, se puede aprovechar en abrir por lo menos unos minutos las ventanas.
La lluvia trae un efecto de oxigenar y por lo tanto purificar el aire de nuestro hogar, ese «olor a lluvia» debemos dejarlo entrar a nuestro hogar. Cuando llueve, huele a ozono y estas partículas limpian el aire de nuestra casa.
Todos lo hemos olido. Poco tiempo antes de que se desate una tormenta lo sentimos. Es un olor metálico muy característico. Y entonces lo decimos sin ninguna duda: “Va a llover”.
Este olor tan especial proviene del ozono. Esta molécula siempre está presente en la atmósfera, pero su concentración en las zonas bajas aumenta en los días de tormenta. Sucede porque los rayos favorecen su formación.
El responsable del olor antes de una tormenta es el ozono.
La lluvia, el agua elemento purificador, que limpia, arrastra todo o malo…
Ahora, ya lo sabes cuando llueva ABRE LAS VENTANAS, DEJA QUE FLUYA EL OXIGENO, QUE SALGAN LAS VIEJAS ENERGÍAS Y ENTREN LAS NUEVAS DE LA LLUVIA
Autor: Duendes Avalon