Durante una conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, destacó que la administración actual ha logrado reducir la deuda pública en 50 mil millones de dólares, marcando el primer descenso en décadas. «No hay nueva deuda, y recordamos que sin déficit, no hay nueva deuda», enfatizó.

La negativa a dialogar con Kicillof

Adorni fue contundente al afirmar que mantendrán la firmeza en su posición respecto a la reunión con Kicillof. «Cuando uno dice que el equilibrio fiscal es clave, se puede observar que el endeudamiento es una carga para las futuras generaciones. La falta de colaboración nos hace entender que algunos gobernadores no actúan en función de lo que la ciudadanía requiere», afirmó.

¿Un diálogo sin rumbo?

El jefe de Gabinete también comentó que no tiene sentido incluir a Buenos Aires en futuras discusiones, señalando que parece que a algunos solo les importa que el Gobierno enfrente dificultades y que los ciudadanos de la provincia sufran las consecuencias. «No hay mucho por dialogar si no hay voluntad para colaborar», agregó.

Crisis financiera en el horizonte

El gobernador Kicillof ha hecho hincapié en la urgente necesidad de que la Casa Rosada apruebe el endeudamiento, advirtiendo que la provincia podría enfrentar un default si no se autoriza. Desde el Ejecutivo Nacional, se insiste en que el equilibrio fiscal es un requisito indispensable para considerar el pedido de deuda. Se ha señalado que Buenos Aires ha aumentado su gasto corriente en un 2,1% en términos reales en los primeros seis meses del año, lo que se opone a los principios de responsabilidad fiscal.

Respuestas desde La Plata

Desde el gobierno provincial, los colaboradores de Kicillof han desestimado las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, considerándolas meras palabras sin sustento. A pesar de la postura firme de Adorni, se han confirmado contactos informales entre funcionarios de ambas administraciones respecto al pedido de deuda. Sin embargo, por el momento no se ha determinado cuándo se solicitará este aval nacional para emitir deuda en el mercado local.

La situación actual refleja las profundas divisiones entre el Gobierno Nacional y la administración bonaerense, planteando un panorama incierto para el futuro financiero de la provincia.