Un biólogo marino sobrevive a un ataque de tiburón y regresa al agua en tiempo récord
Mauricio Hoyos relata su experiencia impactante tras ser mordido por un tiburón galápagos en Costa Rica. A pesar de las profundas heridas, su admiración por estos animales sigue intacta.
Mauricio Hoyos, un experimentado biólogo marino, vivió una emocionante y aterradora experiencia cuando un tiburón galápagos lo atacó, dejándolo con serias lesiones en su rostro. Sin embargo, su amor por el mar y sus criaturas sigue firme.
Un encuentro feroz
Hoyos recuerda vívidamente el instante en que fue atacado: «Sentí la presión sobre mi cráneo mientras el tiburón de más de tres metros me mordía. Fue un segundo, pero se sintió eterno». Este biólogo, con más de 30 años de experiencia estudiando tiburones, no muestra signos de temor pese a la cercanía con la muerte.
Recuperación rápida
A pesar de la gravedad de la mordida, que dejó huellas visibles en su mejilla, Hoyos fue dado de alta tras una recuperación sorprendentemente rápida. «Me encanta bucear y ya tengo planes para volver al agua», asegura con una sonrisa. Su alta médica llegó después de menos de una semana, un hecho notable comparado con otros casos más graves de ataques en la misma área.
Punto de vista sobre los tiburones
A lo largo de su carrera, Hoyos ha defendido la comprensión y el respeto hacia los tiburones. Para él, la mordida fue más un acto de defensa que un ataque. «El tiburón se sintió amenazado como una madre defendería a sus crías», explica. Ve a estos animales como un componente esencial del ecosistema marino y se siente determinado a abogar por su conservación.
Una pasión nacida del miedo
Hoyos ha estado fascinado por los tiburones desde que vio «Tiburón» de Spielberg, aunque esa obra generó más curiosidad que miedo en él. «El temor que la película provocó fue perjudicial, pero en mi caso despertó un interés profundo por conocer más sobre estas criaturas», comenta.
Vuelve a sumergirse
Con planes para bucear nuevamente en noviembre, Hoyos se siente emocionado por la posibilidad de observar a los tiburones galápagos en su hábitat natural. «Este es un nuevo capítulo en mi vida, y estoy listo para volver a donde pertenezco», concluye.
