Stanley firmó un convenio de colaboración con sacerdotes de las villas porteñas

La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, firmó un convenio de cooperación con la vicaría para la pastoral de las villas del Arzobispado de Buenos Aires donde manifestó el interés del Gobierno en «acompañar y estar cerca del dolor y de los que nos necesitan». «Además de reaccionar y actuar sobre la inflación estamos tomando medidas como las que anunciamos el sábado pasado, con la universalización de la asignación por hijo para monotributistas, o los 500 pesos que vamos a entregar a los jubilados de la mínima y el proyecto para devolución del 15 por ciento del IVA», enumeró la funcionaria en diálogo con Télam. El acuerdo que contempla la ayuda a las casi 20 villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires fue rubricado entre Stanley y el obispo auxiliar, y vicario general del arzobispado de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza. Según destacó el propio vicario, el encuentro se produjo en un «lugar simbólico» debido a que en la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31, del barrio de Retiro, fue donde desarrolló su actividad pastoral el padre Carlos Mugica, cuyos restos descansan en la entrada del oratorio gracias a la gestión que en 1999 desarrolló Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco, según confió a esta agencia el padre Guillermo Torre. «Los restos del padre Mugica habían descansado hasta entonces en el cementerio de la Recoleta», agregó luego el párroco. La ministra incluso, previo a la firma del convenio, recorrió la vida del sacerdote asesinado durante la dictadura militar de la mano de la cartelera fotográfica que con imágenes de la época retrata la lucha por la igualdad de oportunidades realizada por Mugica. Stanley le dijo a Télam que el ministerio que encabeza busca «estar cerca de la gente sin soluciones impuestas, escuchando lo que cada familia necesita en cada uno de los barrios». «Queremos seguir apoyando este trabajo que vienen desarrollando los curas villeros y con el que veníamos trabajando desde la Ciudad en temas como las adicciones, los centros de capacitación y hogares, y las escuelas» Detalló además que el acuerdo marco permitirá «realizar acciones y programas en conjunto» y consultada sobre la necesidad de urbanización de los diferentes asentamientos respondió que «claramente» hay que hacerlo. «Primero porque tiene que ver con la dignidad de las personas, y por otra parte, tenemos un proyecto del área de hábitat que depende del Ministerio del Interior, que está trabajando no sólo con las villas del conurbano sino con todos los asentamientos del país, para llevar la red de agua, de cloacas, etc; vamos a trabajar muy fuertemente en esto», definió. La ministra insistió en que «queremos seguir apoyando este trabajo que vienen desarrollando los curas villeros y con el que veníamos trabajando desde la Ciudad en temas como las adicciones, los centros de capacitación y hogares, y las escuelas». Consultada sobre la particularidad que observan en las villas respondió que «tiene que ver con entender al otro, con ver qué le pasa y qué necesita, no venir con recetas cerradas, tenemos que dialogar y ponernos en el lugar del otro para ver qué necesitan». Como prioridad citó «infraestructura, vivienda, hábitat y programas sociales de primera infancia y acompañar a las mamás para que puedan tener un lugar donde dejar a sus chiquitos y ellas puedan salir a trabajar y acompañar a los niños para que puedan estudiar sabiendo qué quieren ser el día de mañana y capacitar también a los adultos en diferentes oficios». En particular, sobre cómo combatir la droga en las villas, Stanley manifestó: «El narcotráfico es algo que hemos decidido enfrentar como gobierno pero entendemos que hay muchos niños, chicos y adultos a los que tenemos que acompañar para que no los alcance este flagelo». El padre Torre, después de 17 años de trabajo directo con las personas de la Villa 31, confió que para ayudar «lo más importante es que el otro se sienta amado, cuidado»; y entre los proyectos que podrían verse impulsados con el acuerdo