«Dormir es importante para la recuperación biológica y consume cerca de una tercera parte de nuestra vida. Sin embargo, y en las sociedades modernas, cada vez más y más gente se queja de padecer insomnio», explicó Qiao He, directora de esta investigación publicada en la revista European Journal of Preventive Cardiology, que consignó el diario ABC.
Los resultados mostraron que la dificultad para conciliar el sueño se asoció a un riesgo hasta un 27% mayor de padecer un infarto o un ACV, un incremento del 18% para los que no alcanzan un sueño «reparador» y 11% más para los que tienen dificultades para mantenerse dormidos.
En total analizaron 15 estudios prospectivos que tomaron a 160.867 participantes, de entre 3 a 29,6 años, registraron un total de 11.702 eventos médicos adversos.
En tanto, los investigadores hicieron un apartado para referirse a las mujeres ya que, si bien no concluyeron que el insomnio sea más peligroso para el género, sufren mayores trastornos de sueño.
«Sabemos que las mujeres son más proclives a padecer insomnio por las diferencias en los genes, las hormonas sexuales, el estrés y la respuesta a este estrés. Así, quizás sería prudente prestar una mayor atención a la higiene del sueño en las mujeres», alertó la investigadora Qiao He.
«Los trastornos del sueño son frecuentes en la población general y la salud del sueño debería estar incluida en la evaluación del riesgo clínico. Se requiere una adecuada educación sanitaria para incrementar la concienciación sobre los síntomas del insomnio y sus riesgos potenciales y, así, alentar a las personas con problemas de sueño a buscar ayuda para solucionarlos», concluyó la directora de la investigación.