Este quinto sábado de movilización supone una prueba para el presidente francés Emmanuel Macron, muy vilipendiado en las manifestaciones, quien había lanzado al viernes un llamamiento a la «tranquilidad», al «orden» y a un «funcionamiento normal» del país.
Este quinto sábado de movilización supone una prueba para el presidente francés Emmanuel Macron, muy vilipendiado en las manifestaciones, quien había lanzado al viernes un llamamiento a la «tranquilidad», al «orden» y a un «funcionamiento normal» del país.
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