Testigo dijo que el asesino del colectivero planificó todo: Pidió que le preparen el arma
Rodolfito, de 17 años, y Viejo, de 18, permanecen detenidos sospechados de haber disparado y matado al colectivero de la línea 620 Leandro Miguel Alcaraz. Ambos fueron capturados luego de que un testigo asegurara que fueron ellos quienes asesinaron al chofer de 26 años durante la tarde domingo pasado. El hombre, que es vecino y amigo de los sospechosos, aseguró que Rodolfito había llevado a su novia embarazada y con dolores de parto al Hospital de San Justo e intentó subir al colectivo sin la tarjeta SUBE. Fue por eso que discutió con el chofer. También, aseguró que otro pasajero le ofreció pagarle el boleto, pero el detenido no aceptó. Según el relato, en ese momento uno de los acusados llamó por teléfono a un amigo del barrio y le dijo: Preparame el fierro que, cuando lleguemos al barrio, con este nos vamos a arreglar. El testigo agregó en su declaración ante la Justicia que el Viejo se subió con un revólver calibre 38 y le disparó al conductor una vez que el colectivo se detuvo. Después los atacantes se fugaron e interceptaron a una mujer, la amenazaron con el arma, le robaron el celular y corrieron en dirección al Río Matanza. Tras detención de los sospechosos, la fiscalía de menores de La Matanza hará una rueda de reconocimiento para que los pasajeros y vecinos que vieron el asesinato traten de identificar a los asesinos. Mientras tanto los investigadores esperan el informe de la Secretaría de Transporte de la Nación, que aportará el registro de todas las personas que subieron a esa unidad de la línea 620 la tarde del crimen. Leandro Miguel Alcaraz fue asesinado de dos balazos el domingo, tras discutir con dos pasajeros que se negaron a pagar el boleto. El ataque fue cerca de las 18 a bordo del colectivo que manejaba. A pesar de que la víctima llevó a los asesinos hasta las calles Bueras y Concordia de Virrey del Pino, se bajaron del colectivo y le dispararon. Otro de los pasajeros tomó el volante al ver al conductor herido y manejó hasta el Hospital Simplemente Evita de González Catán, pero llegó muerto por un balazo en el cráneo y otro en el tórax.