El cambio en la frontera: menos migrantes, más seguridad
La crisis migratoria en El Paso ha llevado a un notable descenso en el número de migrantes, generando una atmósfera de tranquilidad en la zona.
En Chicago, Los Ángeles y Portland, el debate sobre la inmigración ha tomado las calles, desatando manifestaciones casi a diario, mientras las detenciones aumentan. En contraste, El Paso, Texas, una ciudad fronteriza con México, vive una calma inusual.
Silencio en las calles
Ha pasado un año desde la última visita de la BBC a la frontera, y los lugares que antes estaban llenos de migrantes ahora son prácticamente desiertos. Recientemente, apenas se observaba a un puñado de feligreses en la iglesia del Sagrado Corazón, un antiguo refugio para migrantes.
Desplazamiento y disminución
Algunos años atrás, era común ver a 2.500 migrantes acampando frente a la iglesia, algunos en mantas y esperando ayuda de organizaciones benéficas. Ahora, las calles y los albergues de la ciudad están desiertos.
Cambio de enfoque
El gobierno local, abrumado por la llegada de migrantes, había declarado un estado de emergencia a fines de 2022. Sin embargo, desde que Donald Trump asumió el poder, el flujo de migrantes se ha reducido a niveles históricos, con las cifras de detenciones cayendo a mínimos de 50 años.
Datos impactantes
En septiembre, solo 11.647 personas fueron detenidas, comparado con más de 101.000 en septiembre de 2024. Las organizaciones locales, que solían gestionar hasta 22 albergues, hoy solo operan con dos, recibiendo entre 15 y 20 personas por noche.
Un alivio para algunos
Esta nueva realidad es vista como un alivio por algunos residentes, quienes describen la situación anterior bajo Biden como un «caos total». Las autoridades señalan que, por primera vez, tienen un control operativo de la frontera.
Factores complejos
La disminución en el cruce de migrantes se atribuye a múltiples factores: la presión de México para frenar el flujo migratorio, la severidad en las políticas de asilo, y el aumento de vigilancia, incluso con la participación del ejército estadounidense.
Sentimientos encontrados
Sin embargo, no todos comparten la misma perspectiva. Algunos residentes expresan su preocupación por la seguridad y la falta de control durante la administración anterior, mientras que otros sienten que las políticas de seguridad han ido demasiado lejos, generando temor entre las comunidades locales y migrantes.
Consecuencias inesperadas
La deportación de residentes de larga data ha levantado tensiones. Muchos habitantes de El Paso, con raíces en ambos lados de la frontera, se sienten indignados por la política, ya que más del 70% de los detenidos no tienen antecedentes penales, lo que contradice la narrativa oficial.
Un cambio en la percepción
Muchos residentes que apoyaron a Trump están comenzando a cuestionar sus decisiones, reconociendo el impacto en sus comunidades. La seguridad fronteriza sigue siendo un tema complicado, que genera debates intensos entre los que apoyan y los que critican las duras medidas implementadas en los últimos años.
