TikTok, la exitosa plataforma de videos provenientes de China, ha implementado una nueva funcionalidad para limitar la presencia de contenido generado por inteligencia artificial en la sección «Para ti». Esta medida surge como respuesta a las críticas de usuarios que demandan mayor transparencia y control sobre el material que consumen en la plataforma.

Desde ahora, los usuarios podrán ajustar los videos producidos o editados mediante IA que deseen ver en su feed personalizado, gracias a una opción en la función «Gestionar temas«.

Este sistema innovador utiliza un deslizador que permite ajustar la cantidad de contenido: hacia la izquierda para reducir la exposición y hacia la derecha para aumentarla, con una configuración predeterminada en el centro. De este modo, cada usuario podrá adaptar su experiencia de navegación de acorde a sus preferencias.

Personalización Totales: Menos IA, Más Autenticidad

Esta decidida acción de TikTok llega en un contexto donde el contenido sintético está en alza, abarcando desde videos musicales hasta recreaciones hiperealistas de eventos o personajes.

Antaño caracterizada por la espontaneidad de sus contenidos, TikTok busca ahora diferenciar claramente entre las producciones humanas y las generadas por algoritmos.

Para lograr esto, la plataforma intensificará su sistema de etiquetado automático, que incorporará marcas tanto visibles como invisibles para señalar cuándo un video ha sido creado por IA.

TikTok ofrece a los usuarios la opción de gestionar el contenido generado por IA que desean consumir.

El nuevo control se aplicará de manera global a todas las categorías de contenido, abarcando deportes, moda, gastronomía y actualidad. Esto implica que los usuarios podrán decidir, sin importar el tema, si prefieren mayor o menor cantidad de material generado por IA.

Además, se permitirá a los usuarios ajustar preferencias específicas, como permitir más videos con IA en el área musical, mientras restringen su presencia en noticias o relatos históricos.

Este movimiento se produce en medio de un creciente número de deepfakes y otros videos manipulados que se difunden como si fueran reales, lo que ha alimentado un intenso debate sobre la desinformación y la responsabilidad de las empresas tecnológicas en la gestión de su contenido.