Timerman y ex canciller de Irán pidieron a Interpol dejar de lado las alertas rojas
La Cancillería argentina aguarda una respuesta formal de parte de Interpol ante un pedido que se inició un año atrás y que tiene sus orígenes en las secuelas diplomáticas (y de implicancias internacionales) tras la firma del Memorándum de Entendimiento entre la Argentina e Irán. El pedido enviado por escrito por el actual ministro de Relaciones Exteriores argentino, Jorge Faurie, a la policía internacional el pasado 10 de noviembre solicita que se eliminen de los sistemas internos del organismo una suerte de «asterisco» o «advertencia» que informa que Argentina e Irán firmaron un acuerdo para resolver la complicada cuestión del atentado bilateralmente. El gobierno argentino cree que eso debilita los pedidos de captura contra internacional los iraníes acusados como autores intelectuales del ataque a la AMIA en 1994 y sostiene que, mientras ese pedido se tramita, se aclare en esas mismas «advertencias» que para la Argentina el pacto con Irán no está vigente y fue declarado inconstitucional, lo que motivó un intercambio de notas entre la ex canciller Susana Malcorra, Faurie, y su colega iraní hoy, Mohammad Zarif. Esas advertencias son consecuencia directa de una carta que fue firmada oportunamente por los cancilleres de los ex presidentes Cristina Kirchner y Mahmud Ahmadinejad y está entre las pruebas más importantes y contundentes del fallo del juez federal Claudio Bonadio, quien ratificó la acusación del ex fiscal Alberto Nisman, aparecido muerto en enero de 2015 cuatro días después de su denuncia. Nisman había acusado a Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman de encubrir a los iraníes reclamados por la Justicia argentina con el memorándum firmado con Teherán, cuya aparentefinalidad era la de levantar las alertas rojas, tal era el deseo de Irán. La carta que justificaba a corto plazo el levantamiento de esas alertas fue firmada por Timerman y el entonces canciller de Irán, Alí Akbar Salehi y se la enviaron a quien por entonces era secretario general de Interpol, Ronald Noble, el 15 de febrero de 2013, a menos de un mes de la firma de su acuerdo sellado en Etiopía. Héctor Timerman y el ex canciller de Irán le pidieron a Interpol que dejara de lado las alertas rojas. Se trataba de ana «ayuda» de 10.000 millones de dólares, el verdadero motivo del espurio pacto con Irán. El comunicado comienza diciendo que le enviaban un «copia del MOU concluido» entre Irán y Argentina «sobre el ataque con bomba a la AMIA» como demanda el «acuerdo en su artículo 7». En su crata, Timerman y Salehi expresaron a Interpol que «apreciaban» sus «esfuerzos en los años pasados» porque en «muchas ocasiones», hizo que «las delegaciones de nuestros países estuvieran juntas para resolver sus diferencias en su organización con entendimiento mutuo y respeto». Y luego sellan un compromiso por demás peligroso para la estrategia jurídica argentina. «Estamos contentos de informarle que ambos países han acordado que los asuntos entre ellos sobre el caso AMIA van a ser resueltos a través de la cooperación bilateral», decían. Tomas Farini Duggan, abogado querellante por familiares de vícitimas de la AMIA, señaló que esa nota es una prueba muy clara y contundente de que Irán tenía como principal propósito quitar del medio la intervención de Interpol. «Interpol tenía dos alternativas para levantarlas: que el juez decrete su levantamiento o que exista un acuerdo entre los dos países», sostuvo.