El fundador de la aerolínea LAMIA y dueño del avión siniestrado en Medellín, Ricardo Albacete, tomó distancia de la operación actual de la compañía aérea pero dijo que la aeronave que cayó cerca de Medellín podría haber sufrido un desperfecto a causa de un rayo.
Desde España, donde vive ahora, Albacete dijo estar «muy afectado» por el accidente del avión en el que viajaba el plantel del Chapecoense y sostuvo que podría deberse a que una «tormenta eléctrica» haya hecho que un rayo caiga sobre el aparato y «apague» su sistema eléctrico. «No se sabe si lo agarró un rayo y lo apagó», dijo Albacete al sitio español El Confidencial.
Albacete fue el fundador de LAMIA, la empresa que nació en Mérida y luego mudó a Nueva Esparta, sin lograr su despegue en ninguno de esos estados venezolanos. Finalmente, hace dos años, Alabecete trasladó sus tres aeronaves a Bolivia, donde comenzaron a volar como aviones de alquiler.
«No somos accionistas ni empleados de LAMIA Bolivia, sino de LAMIA Venezuela; dejamos el mismo nombre para no perder la pintura del avión; nosotros somos los que les arrendamos a ellos los aviones, pero el avión es operado por la empresa boliviana», buscó desligarse el dueño de las tres aeronaves, de las que sólo estaba en operaciones la que cayó en la noche del lunes en Colombia.
Albacete también buscó separarse del empresario chino Sam Pa, arrestado en su país como parte de las investigaciones por corrupción en la cúpula el Partido Comunista. Sam Pa participó de una trama multimillonaria de negocios oscuros con la minería y el petróleo en África. Con la asistencia de Albacete, compró un astillero en Galicia. El propio Albecete admitió en una entrevista que el capital inicial para crear LIMIA se lo cedió su «amigo» chino. Pero hoy afirma que «al final no se concretó nada».