La madre de una chica fallecida cuenta la última dramática llamada que tuvo con ella.
La Grenfell Tower se destaca en el barrio londinense de Norh Kensington cubierta de lonas blancas. Sobre las lonas, en la punta de la torre de viviendas, se ve un corazón verde y las palabras «Grenfell – forever in our hearts» (Grenfell-Por siempre en nuestros corazones). La torre de viviendas sociales de 24 pisos es reconocible por su estructura y su fachada, quemada de negro. Allí, 72 personas perdieron la vida el 14 de junio de 2017 en un devastador incendio. La organización vecinal Justice4Grenfell (Justicia para Grenfell) se queja en su página web de que no hubo siquiera detenciones tras la catástrofe. La primera ministra británica, Theresa May, pidió en su momento disculpas por no haberse reunido con los supervivientes del incendio de la torre inmediatamente después de la tragedia. Los resguardos para evitar incendios fueron ignorados totalmente en el edificio, afirman expertos en la investigación oficial. La trampa mortal para la Grenfell Tower habría sido, sobre todo, un nuevo revestimiento colocado en la fachada de material inflamable. Pero por ahora no queda claro si alguien será responsabilizado por ello, como desean los supervivientes y familiares de las víctimas. También son duras las críticas hacia los bomberos, ya que recién horas después de que comenzara el fuego revisaron su indicación a los habitantes de que se quedaran en sus hogares cuando les quedó en claro de que no podrían controlar el fuego. También está en entredicho el comportamiento de las autoridades locales tras el siniestro, entre otras cosas porque muchas familias no recibieron una nueva vivienda a casi un año de la catástrofe. Para los críticos, este es un duro fracaso y piden reglas más claras y una prohibición general del peligroso material de construcción para que no se repita una catástrofe similar. Aquella última llamada Y hay 72 historias trágicas. Una de ellas es la de Gloria Trevisan, una chica italiana de 26 años que murió en el incendio junto a su novio, Marco Gottardi, de 27 años. Y ahora se conoció un dramático testimonio, el de Emanuela Disaro, la madre de Gloria. «Gloria me llamó cuando las llamas avanzaban. Me dijo: ‘Ahora me tiro por la ventana, te juro que el fuego ya está acá, en el comedor. No puede ser el fin, no puedo terminar así». A un cierto punto quería terminar la conversación telefónica, y la mamá le dice: «No, no lo hagas, dame con Marco (el novio de la chica), pero él estaba hablando por otro celular con su padre. Y después, mi hija dijo las últimas y terribles palabras que escuché de su boca: ‘Me duele por ustedes mamá pero voy a cortar. No quiero que escuches mis gritos cuando esté muriendo'». Y agrega Emanuela: «Me dijo que sólo quería desmayarse y no sentir más nada. Y me rogó que estuviéramos fuertes después del final». Emanuela tuvo que testificar antes las autoridades de Londres que están investigando (a más de un año del suceso) la tragedia. La última llamada de Emanuela con su hija duró 22 minutos. Emanuela agregó que antes de cortar, su hija, aterrorizada, le dijo: «Adiós mamá, corto. Ahora quiero estar junto a Marco (su novio)». Emanuela no puede aceptar el destino que le tocó a su hija y cree que tenía tiempo de salvarse. El padre de Gloria, Loris Trevisan, agregó: «Desde aquel día no vivo más. Si hubiese tenido una pistola me habría suicidado». Diario La República