El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, apuesta a un repunte en el segundo semestre y arriesga que la inflación anualizada será entre 20 y 25%, en una entrevista al diario La Nación en la que también dice que «el empleo sigue en una meseta, no crece hace cinco años. Hubo mucho de politiquería en el intento de imponer la ley de doble indemnización». El texto de la entrevista es el siguiente: -¿Cuál es la foto real del empleo? -En abril impactó la discusión de la ley de doble indemnización que dio los números para abajo. En mayo mejoró un poquito, pero se sigue en una meseta, sobre todo el sector privado, que no crece hace cinco años. Y hay otro desafío de fondo: hay 4.500.000 trabajadores que están en la informalidad. Además, venimos de seis meses sin inversión ni pagar la obra pública y eso golpeó al sector de la construcción y a las industrias asociadas. También complicó el caso de Brasil. -Las estadísticas oficiales no muestran una ola de despidos, como dice la oposición, pero sí un estancamiento… -Cuando se observa sector por sector hay cuestiones estacionales de incorporación y salida. Hay un crecimiento leve y sostenido en comercio y servicios, y comienza a recomponerse la construcción por la puesta en marcha de las obras que habían sido desfinanciadas. -De abril a abril las suspensiones crecieron un 231%, según la encuesta oficial de EIL. -Sí, pero fijate los números de los porcentajes… -Se pasó de 3,7 suspensiones cada 1000 trabajadores en 2015 a 12,4 en 2016… -No es tan notorio cuando se lo mira en relación a los sectores industriales que le exportan a Brasil. Queremos cuidar el trabajo en una coyuntura difícil. No vemos una cuestión generalizada, pero sí algunos sectores complicados: autopartes, manufacturas, industrias frigoríficas. Pero también es sorprendente cómo crecen las inversiones en sectores de alta productividad, como teconología: Globant, Google… -¿Pasó el temor a los despidos tras la tregua con los empresarios? -(Se enoja). Hubo algunos sectores con más dificultades que otros, no se puede generalizar. -Las paritarias cerraron muy lejos del pronóstico oficial del 25%. -Cerramos ya el 85% de los acuerdos. Esto significa la convalidación de un dirigente sindical de que esa recomposición salarial le permite a sus representados, por lo menos, sostener el poder adquisitivo. Y es también un sector patronal al que esa concesión le permite sostener su actividad y tener rentabilidad. Hubo un nivel muy bajo de conflictividad. Fueron récord las mesas de negociación: hubo entre 50 y 60 audiencias por día. -Con paritarias entre el 30 y 40% se refleja que no lograron dominar la inflación. -El sinceramiento de los precios tenía un retraso extraordinario, con un 700% de inflación acumulada en los últimos años. Hecho ya el reordenamiento de los precios, habrá ahora una baja. -¿Qué falló en el cálculo? -Vamos a encontrar una inflación anualizada del 20 o 25% entre 2016 y 2017. Nos hemos comido un par de meses en los que los aumentos generaron un impacto. – ¿El oficialismo presentará un proyecto para modificar las escalas del impuesto a las ganancias? -Próximamente. Se va a tratar este año para aplicarse en 2017. -¿Cómo quedó la relación del Presidente con los gremios tras el veto a la ley antidespidos? -El día después nos juntamos todos por el Consejo del Salario. -Pero Moyano no fue… -Envió a sus representantes. Hay muy buen diálogo y tenemos una agenda común que es mucho más valiosa que las diferencias. Los sindicalistas saben que el Gobierno no se va entrometer en sus procesos de unidad. No funcionó cuando el gobierno intervino la dicotomía entre buenos y malos. -¿La unidad de la CGT puede fortalecer a los gremios? -Bienvenida, vamos a tener una interlocución definida. -¿Qué pasó con la CGT, que no concretó la protesta con la que había amenazado si se vetaba la ley antidespidos? – Saben que estamos escuchando los reclamos y son conscientes de que no los estamos engañando. Que hay cosas que se pueden hacer y otras
Triaca dijo que el empleo no crece hace cinco años
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