Donald Trump deportará hasta tres millones de inmigrantes indocumentados apenas asuma el gobierno de Estados Unidos, dijo durante una entrevista que será emitida en la noche de este domingo.
La cadena CBS divulga extractos de la entrevista con el magnate de 70 años, quien es objeto de protestas callejeras en las principales ciudades del país.
«Lo que estamos haciendo es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas (…) probablemente dos millones, incluso tres millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar», dijo el mandatario electo en el extracto de la entrevista.
Trump hizo de la seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos uno de los puntos centrales de su campaña electoral. Indicó que el muro fronterizo que prometió no necesariamente será solo de ladrillos, sino que también se podrán utilizar cercos en algunos tramos.
«Podría haber cercos», dijo Trump en su primera entrevista televisiva tras ser electo presidente. «Pero para ciertas áreas, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en esto», dijo a CBS.
Newt Gingrich, uno de las principales figuras en torno a Trump, había arrojado un manto de duda sobre si el mandatario electo obligará a México a pagar el muro. «Dedicará mucho tiempo a controlar la frontera. Tal vez no gaste demasiado tiempo intentando que México pague por ello, pero fue una gran estrategia de campaña», dijo Gingrich según The Washington Post.
En otros adelantos difundidos por la cadena, Trump dice que mantendrá algunos puntos de la reforma sanitaria del mandatario Barack Obama, que tanto criticó durante la carrera hacia la Casa Blanca.
Pero su directora de campaña, Kellyanne Conway, señaló el domingo al canal Fox que esa reforma, conocida como «Obamacare», será «derogada».
Trump también confirmó que seguirá usando su cuenta en Twitter, que en su opinión se convirtió en una gran herramienta, aunque a partir de ahora moderará el tono.
Sigue siendo una incógnita si el multimillonario revelará el nombre de su jefe de gabinete en la Casa Blanca.
Conway dijo el sábado que ese anuncio era «inminente» y confirmó que el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, figura entre los candidatos.
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Stephen Bannon, su jefe de campaña y propietario del portal de noticias Breitbart News, también suena con fuerza para esa posición.
Mientras Trump confecciona el organigrama de su administración, decenas de miles de personas volvieron a manifestar en su contra en las principales ciudades del país.
En Nueva York, al menos 15.000 personas remontaron la Quinta Avenida hacia la Calle 56, donde se encuentra la Torre Trump, donde el mandatario electo pasa el fin de semana celebrando consultas para definir su futuro gabinete.
«No al racismo», «Donald Trump debe irse», gritaron miles de manifestantes en las calles de Chicago (norte). «Sin odio. Sin miedo. Aquí son bienvenidos los inmigrantes», clamaron.
En Los Angeles más de 10.000 personas manifestaron contra el presidente electo, que el sábado llamó a todos los estadounidenses a unirse tras una campaña que provocó una profunda división en el país.
Según una encuesta de ABC News/The Washington Post, un 74% de los estadounidenses considera legítima la elección de Trump.
No obstante, el sondeo muestra fuertes variaciones dependiendo del campo político: 99% de los partidarios del mandatario electo reconocen su victoria, algo que solo ocurre entre 58% de los seguidores de la aspirante demócrata Hillary Clinton.
Con causas judiciales pendientes por un presunto fraude en la Universidad Trump, el mandatario electo pidió a través de sus abogados al aplazamiento del proceso, que normalmente debe arrancar el 28 de noviembre.
Sus abogados explicaron que Trump debe preparar su toma de posesión y que se vería en desventaja si no puede brindar testimonio en persona.
Tras una virulenta campaña electoral, el magnate pareció moderar sus posiciones en una entrevista con el diario The Wall Street Journal, donde no solo dijo que no desmantelaría el «Obamacare».
Consultado por el periódico sobre si designaría a un fiscal especial para investigar a Hillary Clinton sobre el uso de un correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado, Trump dijo que «no es algo en lo que haya pensado demasiado, porque quiero resolver los temas de salud, empleo, control de fronteras y reforma fiscal».
Lejos estuvo el presidente electo de la retórica enardecida que llevó a sus seguidores a vociferar: «íEncierrenla!»
Fuente: AFP