Jared Kushner vuelve a Medio Oriente en medio de tensiones entre Israel y Hamás
La situación en Gaza se complica a medida que los mediadores enfrentan nuevos desafíos para lograr un acuerdo duradero.
Jared Kushner, yerno del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha regresado a Medio Oriente mientras el proceso de negociación sobre el frágil alto el fuego entre Israel y Hamás se estanca.
Obstáculos en las negociaciones
Los mediadores se enfrentan a cuestiones críticas sin resolver, incluyendo el desarme de Hamás y la futura gobernanza de Gaza. Sin un calendario claro para las conversaciones, persisten dudas sobre el progreso de las negociaciones.
Un nuevo desafío surge con la presencia de combatientes de Hamás que se encuentran ocultos en túneles en Rafah, cerca de la «Línea amarilla» que delimita el control israelí.
Desarrollo de la situación en Gaza
La semana pasada, el enviado especial de EE.UU., Steve Witkoff, mencionó la posibilidad de amnistía para los combatientes que depongan las armas. Aunque se cree que más de 200 combatientes están atrapados, esta cifra aún no ha sido confirmada.
Hamás ha dejado en claro que no se rendirá y exige un salvoconducto para sus combatientes, una solicitud que ha sido rechazada por Israel.
Intercambios de rehenes y el papel de los actores internacionales
En la primera fase del alto el fuego, que comenzó el mes pasado, se intercambiaron rehenes y restos de fallecidos. Hamás ha entregado a 20 rehenes vivos y 24 cadáveres, mientras que Israel ha liberado a 250 prisioneros palestinos.
Ambas partes se han acusado mutuamente de violar la tregua, complicando aún más la situación. Además, países árabes han expresado su preocupación por la posible separación permanente de Gaza entre las zonas controladas por Israel y Hamás.
Perspectivas futuras
El conflicto, iniciado con el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, ha dejado un saldo devastador, con más de 69.000 muertos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud local. Las Fuerzas israelíes continúan ocupando gran parte del territorio, lo que contribuye a elevar la tensión en la región.
Frente a la escasa expectativa de avances en las negociaciones, se plantea la posibilidad de una división de facto en Gaza, una situación que podría consolidarse si no se logran acuerdos concretos y duraderos.
