Una embarazada que era trasladada de urgencia en un remís al hospital “De La Madre y el Niño” de la ciudad de Formosa, dio a luz «imprevistamente cuando el auto saltó en un reductor de velocidad”, y llegó a la guardia con su hija en brazos, aún con el cordón umbilical, relató el conductor del vehículo, Gustavo Gómez. La mujer, que se llama Pamela Torres, agarró a la nena “y la envolvieron con la camisa de trabajo del padre” hasta llegar al centro de atención médica, donde “bajó, se sentó en una silla de ruedas y la ingresaron para cortar el cordón umbilical” relató Gómez a Télam. El hecho ocurrió el sábado en la capital formoseña pero hoy se reencontraron los protagonistas de la historia “con final feliz” en un barrio de precarias casas que habitan vecinos humildes “pero trabajadores. Yo hago trabajos de albañilería”, afirmó Cristina Dorrego, el padre de la beba. El remisero llegó hasta el barrio Urbanización España y visitó a la familia de la nena, que «nació con 3 kilos de peso y se llamará Alejandra” contó Dorrego, quien ya tiene otra hija, Paloma. Confundidos en un abrazo, agradecieron al “valiente muchacho que convirtió su auto en una ambulancia porque iba con balizas encendidas, tocando bocina y pasando semáforos en rojo en medio de la desesperación nuestra», describió. “Yo estaba muy asustado, tenía miedo de lo que podía ocurrir; cuando cruzamos el lomo de burro al auto saltó, la señora gritó y la nena nació. Fue un momento extraño, pero cuando la escuché llorar me tranquilicé un poco”, contó el chofer mientras tenía en brazos a “Alejandra, la remisera”, como la llaman cariñosamente.
Tuvo a su hija en un remís y llegó con la beba en brazos al hospital de Formosa
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