Las autoridades de Indonesia temen que no haya supervivientes. Responsables de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia (BASARNAS) han confirmado que se han encontrado restos de la aeronave en el mar, en la zona de Tanjung Karawang, y que se han desplegado equipos de rescate submarino para rescatar a las víctimas del sinistro. «Estamos seguros de que se ha estrellado contra el mar y se ha sumergido a una profundidad de 30 a 35 metros», ha indicado el presidente de Basarnas, M. Syaugi, en una rueda de prensa.
El avión de Lion Air sufrió problemas técnicos durante un vuelo el domingo, aunque fueron resueltos antes de despegar este lunes, indicó la aerolínea. «La aeronave estaba en condiciones de volar. Hubo un reporte de problemas técnicos durante un vuelo la noche anterior, entre Denpasar y Yakarta. Entonces el problema fue resuelto y obtuvo el certificado de vuelo por un ingeniero», expresó Edward Sirait, director ejecutivo de Lion Air, en rueda de prensa.
El avión «es relativamente nuevo», ha indicado el presidente del Comité Nacional de Seguridad del Transporte de su país, Soerjanto Tjahjono. La aeronave, un Boeing 737, entró en funcionamiento a mediados del pasado agosto y cuenta con unas 800 horas de vuelo, según ha explicado Soerjanto en rueda de prensa.
«No podemos presuponer nada antes de encontrar las cajas negras y analizar la grabación de la torre (de control aéreo)», ha añadido . La aerolínea, por su parte, ha señalado que los pilotos del avión contaban con más de 11.000 horas de experiencia.
Sin contar este último accidente de hoy, más de 750 personas han perecido en las dos últimas décadas en los principales accidentes ocurridos en Indonesia, donde la proliferación de las compañías aéreas no ha sido pareja a la preparación de los pilotos y controladores ni a la modernización de sus infraestructuras aeroportuarias para garantizar la seguridad de los viajes.
En abril de 2013, otro Boeing 737-800 recién estrenado de esta misma compañía, Lion Air, acabó flotando en el mar al pasarse de la pista mientras aterrizaba en el aeropuerto de Bali. Milagrosamente, sus 108 ocupantes sobrevivieron y no hubo heridos graves, pero supuso el séptimo accidente de Lion Air desde 2002.
En el colmo del infortunio, algo que jamás sale mal, como es un vuelo de prueba, se estrelló en mayo de 2012 contra un volcán en la isla de Java. Murieron sus 45 ocupantes, que eran responsables de aerolíneas y periodistas invitados a la presentación del avión ruso Sukhoi Superjet 100. A tenor de las grabaciones de la caja negra, el accidente se debió a un despiste del piloto, que chocó contra el monte Salak cuando estaba explicándole las bondades del aparato a un posible comprador que había entrado en la cabina.