El fotógrafo australiano Warren Richardson ganó el World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial, con una imagen inédita en blanco y negro tomada en 2015 en la frontera entre Serbia y Hungría que capta a un bebé siendo pasado de un lado al otro de la frontera mientras un hombre lo toma en sus manos. «Estuve cuatro o cinco días y noches en la frontera, pero este momento fue muy veloz: los refugiados venían y venían», declaró Richardson, fotógrafo freelance que trabaja en Europa del Este y autor de la foto nunca antes publicada que le valió el título de la mejor del año según World Press Photo. En la foto, la luna ilumina tanto la cara del hombre que toma al bebé en sus manos como el cuerpo del niño, dividiendo la frontera entre uno y otro país, en Röszke. Al otro lado, unos brazos reciben al niño a través de un agujero improvisado en el alambre de espino. En esta edición, que recibió unas 85 mil fotografías, también fueron premiados el español Daniel Ochoa de Olza, que consiguió el segundo premio en la categoría «Historias de personas» con las imágenes «La tradición maya» y «Víctimas de los ataques de París»; y Sebastian Liste se alzó con el tercer galardón en «Historias de la vida diaria» por su instantánea «Periodismo ciudadano en las favelas de Brasil». Mientras que en la categoría de «Naturaleza» Anuar Patjane de México recibió el segundo puesto por «Ballenas que susurran», y Sergio Tapiro, también de la tierra maya, fue elegido por su obra «El poder de la naturaleza». Por su parte, el presidente del jurado, Francis Kohn, señaló que durante el proceso de selección buscaron mantener un balance entre «calidad fotográfica y valor informativo». «Hemos recibido muchas imágenes que tenían que ver con la crisis de los refugiados: navegando en el océano, cruzando vallas fronterizas, teniendo problemas con la policía. También fotos de Siria e Irak, y muchas de los ataques de París de noviembre», resumió.
Un bebé refugiado, en la mejor foto del año
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