El Arte de Envejecer: Claves para una Vida Plena y Saludable
Descubre cómo redefinir la experiencia del envejecimiento con consejos expertos que potencian la salud y el bienestar.
La vejez, como bien señala Borges en su obra Elogio de la sombra, puede ser “el tiempo de nuestra dicha”. Aceptar el paso del tiempo no siempre es fácil, pero quienes lo logran, abrazan su sabiduría y disfrutan de experiencias y recuerdos incomparables.
Superar los 50 años no debería verse como un lamento, especialmente en una época donde la expectativa de vida se ha ampliado. Existen métodos efectivos para rejuvenecer hábitos cotidianos y promover un bienestar físico y mental duradero. Así lo afirma Marcos Apud, psicólogo y experto en longevidad, quien ha dedicado más de dos décadas a comprender cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida.
Reconectando con Hábitos Ancestrales
Apud relata cómo su viaje comenzó hace 20 años en un congreso de psicoterapia en Roma, donde escuchó que “si eres psicoterapeuta, vivirás 10 años menos”. Ese momento lo motivó a demostrar que esa afirmación no era un destino inevitable. Autor de Mucho más que humanos y Neurolongevidad: un cerebro que dure cien años, Apud ofrece sus insights sobre cómo puedes “hackear” tu cerebro para mejorar tu bienestar.
¿Qué es el Biohacking?
El biohacking es un estilo de vida que modifica hábitos relacionados con nuestros pilares de bienestar: sueño, alimentación, actividad física, gestión del estrés y conexión con la naturaleza. A través de la tecnología, los biohackers buscan recuperar prácticas ancestrales que benefician la salud.
Los objetivos principales son simples: integrar antiguos hábitos como la exposición al frío y la práctica de ayuno, combinándolos con avances tecnológicos que maximicen nuestra biología y mentalidad. Utilizamos nuestro cuerpo como un laboratorio personal, midiendo el impacto de cambios en la alimentación, el ejercicio y otros aspectos en nuestra salud.
Intervenciones Breves, Resultados Altos
Los «hacks» son intervenciones breves que pueden aplicarse fácilmente y que generan un impacto significativo en nuestra vida. Por ejemplo, el ayuno es una estrategia poderosa que, al interrumpir la ingesta de alimento durante un período específico, promueve beneficios físicos, mentales y emocionales.
Potenciado el Sueño y la Energía
Dormir con el estómago vacío es crucial; para ello, se recomienda cenar al menos tres horas antes de acostarse. Esto no solo mejora la calidad del sueño, sino que también respeta el ciclo circadiano, optimizando el descanso y la regeneración.
El uso de gafas bloqueadoras de luz azul es otra recomendación. Estas gafas ayudan a mitigar la exposición a la luz artificial, un factor que puede alterar nuestra producción de melatonina y, por ende, afectar la calidad del sueño.
Aumentando la Productividad
Para maximizar la productividad, Apud aconseja realizar tareas que requieren alto rendimiento cognitivo durante el día, idealmente entre las 4 AM y las 4 PM. Después de esa franja, comienza el proceso de “winding down” para facilitar un descanso efectivo.
Ejercicio y Salud Cerebral
El entrenamiento de fuerza es vital, sobre todo después de los 40 años. Este tipo de ejercicio no solo mejora la condición física, sino que también se relaciona con la prevención de la pérdida de masa cerebral con el envejecimiento. Crear una rutina que incluya desafíos en fuerza puede ser clave para mantener una mente sana.
Algunas prácticas como la exposición al frío y la alternancia entre temperaturas cálidas y frías también ofrecen beneficios tanto para el cuerpo como para la mente, contribuyendo a un enfoque holístico hacia la salud y longevidad.
Reservas Cognitivas y Estilo de Vida
Por último, desarrollar una reserva cognitiva sólida es fundamental. Esto se logra mediante el aprendizaje constante, la participación en actividades intelectuales y el uso de técnicas que estimulan el cerebro. Resulta fundamental ejercitar no solo el cuerpo, sino también la mente, para incrementar nuestra capacidad de adaptación y protegernos contra enfermedades neurodegenerativas.
Así, a medida que se avanza en la vida, la clave no está en evitar el envejecimiento, sino en abrazarlo con sabiduría y un enfoque proactivo en la salud.
