Un Sueño que Lucha por Realizarse

“Necesito que me ayuden a verla caminar por primera vez”, expresa Lucía Espíndola con la voz cargada de emoción. Su hija Luana, quien vive con parálisis cerebral a consecuencia de una mala praxis médica, se encuentra en un momento crucial: después de una cirugía en diciembre que modificó sus piernas, el andador especializado se convierte en la clave para su movilidad.

El Desafío de Conseguir el Andador

Sin embargo, su sueño se ve obstaculizado por una demora inexplicable en la entrega del equipo necesario. «No cuento con los recursos. El andador que necesita cuesta casi siete millones de pesos«, lamenta Lucía, quien enfrenta la dura realidad de hacer frente a la enfermedad de su hija sin el apoyo adecuado.

Resiliencia desde la Cuna

Luana simboliza la lucha constante. Desde los 17 días de vida, cuando su madre notó que algo no estaba bien, su camino ha sido difícil. En sus primeros días, no reaccionaba como otros bebés y le costaba respirar durante la alimentación. “Esa vez me dijeron que me despidiera de ella porque no iba a sobrevivir”, recuerda Lucía con un nudo en la garganta.

Desafíos Médicos y Necesidades Urgentes

A medida que Luana crecía, los diagnósticos se multiplicaron: parálisis cerebral, retraso infantil y epilepsia. Los problemas comenzaron en su nacimiento, cuando su cerebro no recibió el oxígeno necesario. “Nunca recibí información clara del médico que la atendió”, denuncia Lucía.

Una Vida en Condiciones Precarias

A sus 15 años, Luana comparte su vida con su madre y sus tres hermanos en una casa abandonada que heredaron. Lucía ha solicitado ayuda a la Municipalidad para encontrar un hogar digno donde su hija pueda estar cómoda, pero hasta ahora ha sido ignorada.

Su hogar es una construcción precaria, con un servicio básico minimalista. Durante la pandemia, Lucía utilizó su subsidio de emergencia para mejorar las condiciones de vivienda, pero las limitaciones persisten: “Mi casa es muy chiquita y se me complica meter el andador”, comenta.

El Día a Día de Lucía

Lucía se levanta cada día a las 5 de la mañana para preparar a Luana para el centro de día y llevar a sus otros hijos a la escuela. A pesar de las rutinas incesantes, su espíritu se mantiene firme, trabajando vendiendo comidas y artículos para mantener a su familia.

Una Esperanza en Aumento

Luana fue intervenida recientemente para estirar tendones y corregir su pie, y aunque la recuperación ha sido difícil, su madre está decidida a seguir adelante. “Aun así, ella no pierde la sonrisa, y su alegría me motiva cada día más”, afirma Lucía, quien sueña con ver a su hija caminar y bailar.

Las Dificultades con la Obra Social

A pesar de contar con una obra social que debería apoyarlos, la entrega de elementos esenciales es lenta. “La silla que necesitaba en 2023 la recibimos recién este año”, señala Lucía. Ahora, el andador se convierte en su mayor necesidad, pero aún enfrenta la burocracia para lograrlo.

Un Llamado a la Solidaridad

Lucía comparte su situación con la esperanza de que alguien pueda ayudar a su familia a cumplir el sueño de Luana. Aun en las dificultades, el amor entre madre e hija brilla con fuerza.

Las formas de colaborar están disponibles para aquellos que deseen tender una mano en este momento crítico.