Un video que muestra cómo es quedarse casi ciego

Marc Muszynski, de 29 años, padece degeneración macular, una enfermedad que le está haciendo perder la vista. En el video realizado por BuzzFeed cuenta y muestra cómo se siente ir quedándose ciego paulatinamente.

«Al principio no sabíamos qué era -comienza. Nos dimos cuenta cuando estaba en el jardín de infantes y me hicieron hacer un test de visión. Tenía que decir si el punto rojo estaba dentro o fuera de la caja, pero yo ni siquiera veía la caja».

«Lo que veo en el centro es como un revoltijo de colores borrosos imposible de distinguir. Alrededor de eso, el resto también se ve bastante mal. Cada ojo tiene distinto nivel de distorsión. Uno tiene 20/400 y el otro 20/800. Es como tener un ojo con un lente que aumenta y otro que no, y tratar de caminar así. Está luchando constantemente por hacer foco», agrega.

Esta grave afección en la vista alteró profundamente su vida cotidiana. «Cuando estoy parado en la calle antes de cruzar no puedo ver de qué color es el semáforo. Si no hay autos, sólo puedo mirar a la persona que tengo al lado y pensar, ‘¿Va a arriesgar su vida para cruzar la calle? ¿Tiene un deseo de muerte?'», se pregunta.

Y sobre todo, alteró profundamente su forma de relacionarse con otras personas. «Aprendí a mirar a la cara a la gente cuando hablo, pero lo difícil es que no puedo darme cuenta de si están contentos o molestos con lo que digo. Tengo que deducirlo de su entonación o encontrar una excusa como ‘Mira el afiche que está allí’, para verlos con mi vista periférica».

«Hay muchas cosas que no puedo hacer -dice-, así que sólo las dejo ir. Hay muchas cosas en la vida de cualquiera que les impiden hacer lo que quieren. Algunas se pueden solucionar con mucho trabajo o con la ayuda de otros, pero otras no».
A pesar de todo, elige ser como es. «Si no tuviera este problema no tendría los amigos que tengo, la misma relación con mi familia. Creo que prefiero ser como soy a tener una visión perfecta, pero con el riesgo de no tener todas las cosas que amo», concluye Muszynski.