Una a una las causas que complican al ex presidente de Brasil, Lula da Silva
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, precandidato presidencial del Partido de los Trabajadores a las elecciones de este año, está siendo juzgado en seis procesos además de la condena por corrupción que fue confirmada este miércoles por un tribunal de segunda instancia. Lula fue condenado en julio del año pasado por el juez Sergio Moro por haber recibido un apartamento en el balneario de Guarujá de la empresa OAS a cambio de contratos con la petrolera bajo control estatal Petrobras. Con esta condena, Lula podría quedar marginado de la carrera a las elecciones presidenciales de octubre de este año. El expresidente, que lidera los sondeos de intención de voto, está siendo juzgado en otros seis procesos que se tramitan en la justicia federal de Paraná y en el Distrito Federal. Lula niega haber cometido irregularidades y afirma ser víctima de persecución política por parte de los jueces, del Ministerio Público y de la policía federal, que buscarían impedir que se convierta en candidato. Estos son detalles de los otros procesos. SUPUESTA OBSTRUCCIÓN DE LA OPERACIÓN ‘LAVA JATO’ – En un proceso que se tramita en la justicia federal de Brasilia, Lula está acusado de intentar obstruir las investigaciones de la operación Lavado de Autos (Lava Jato), un caso que tuvo origen en la grabación que hizo el hijo de un exdirector de Petrobras, Nestor Cerveró, de una conversación con el entonces senador Delcídio do Amaral, también procesado. En el diálogo, Do Amaral ofrece a Cerveró dinero, influencia ante la corte suprema y hasta una ruta de fuga para que no firme un acuerdo de colaboración con la justicia. El entonces senador finalmente fue detenido, perdió su cargo y firmó un acuerdo de delación compensada en que dijo a las autoridades que actuaba bajo las órdenes de Lula, quien lo niega. TERRENO PARA INSTITUTO LULA En este proceso que tramita el juez Sergio Moro en Curitiba (estado de Paraná), Lula es acusado de recibir sobornos de la constructora Odebrecht en forma de un terreno de 12,5 millones de reales para la construcción del Instituto Lula en Sao Paulo y de un departamento vecino a su vivienda en São Bernardo do Campo avaluado en medio millón de reales. La defensa niega que el terreno estuviese destinado al instituto y que le pertenezca el departamento, que según el Ministerio Público es de Lula. TRÁFICO DE INFLUENCIA – En el marco de la llamada operación «Zelotes» Lula es acusado, junto a su hijo Luís Cláudio Lula da Silva, por tráfico de influencia que resultó en que la Fuerza Aérea Brasileña escogiera los cazas suecos Gripen y en el establecimiento de una medida temporal que otorgó incentivos fiscales al sector automotor. La denuncia, acogida por un juez del Distrito Federal, dice que Lula y a su hijo participaron en un esquema de tráfico de influencias, lavado de dinero y organización criminal. CONTRATOS DE ODEBRECHT EN ANGOLA Este proceso que nació de la operación Lava Jato investiga supuestas irregularidades en financiamientos del banco de desarrollo BNDES para contratos de Odebrecht en Angola. Lula es acusado de corrupción y tráfico de influencias. El expresidente de la compañía, Marcelo Odebrecht, también está procesado en este caso. FINCA DE ATIBAIA Según los investigadores de la operación Lava Jato, las empresas Odebrecht y OAS pagaron sobornos a Lula a través de reparaciones en una finca de Atibaia, en el interior del estado de Sao Paulo, que habría sido frecuentada por el político y su familia. En este caso Lula está acusado de corrupción y lavado de dinero. NEGOCIACIÓN DE DECRETOS Lula está procesado por la justicia federal en Brasilia en otro caso en que se le acusa de corrupción por la supuesta venta de una medida temporal que prorrogó incentivos tributarios al sector automotor. El expresidente es acusado de haber recibido 6 millones de reales en sobornos para actuar en la elaboración y edición de la medida provisional.