Sin atracones de estudio, sin nervios ante los exámenes y sin las frustraciones que pueden venir después. Así será Riverbend School, una iniciativa proyectada en Chennai, la cuarta mayor ciudad de la India, que rompe de lleno con la educación tradicional para centrarse en guiar al alumnado en el camino hacia la felicidad. La inteligencia emocional, la actitud optimista, la exposición de los pequeños a un extenso abanico de materias para que encuentren esa que les apasiona y, determinante, la socialización, son las líneas maestras de este singular proyecto.
“No es una escuela para todo el mundo”, admite el cofundador de este futuro centro, Vivek Reddy, en declaraciones a Fast Company. Y es que, aunque las claves de la escuela están perfectamente trazadas, lo que todavía es una incógnita es el cómo se ajustará al sistema educativo indioque, como muchos, se centra en la adquisición de conocimientos por parte de los estudiantes, para dejar en segundo plano (o más allá) su carácter y personalidad. Este esquema es, precisamente, el que da un giro radical en Riverbend School, cuya construcción se prevé arranque a finales de 2018.
Con capacidad para 300 estudiantes, cuando se ponga en marcha, este proyecto centrará absolutamente todos los esfuerzos en esas parcelas que la educación tradicional tiende a ignorar. “La felicidad y la inteligencia emocional son los aspectos sobre los que se sostiene una vida feliz y llena de logros”, apuntan los promotores de esta iniciativa que tiene otro pilar en el desarrollo completo de los pequeños.
Para lograr ese objetivo, lejos de meter al alumnado en una clase para que atienda una lección, en esta escuela se promoverá una actitud activa. Así, los pequeños serán expuestos al mayor número de actividades y disciplinas posibles, para que sean ellos los que elijan qué quieren aprender en función de lo que más les motive. Espacios para el arte, la música, la danza o la creación digital tendrán su hueco en esta iniciativa, que también se dotará de una incubadora para promover el emprendimiento, así como de laboratorios para incentivar el gusto por las ciencias e, incluso, de áreas de cultivo.
Lo anterior se combinará con el estudio de la filosofía hindú para, a través de ella, orientar en la consecución de la felicidad. Con el mismo objetivo en mente, los promotores del proyecto y Kurani, a cargo del diseño del campus, han buceado en uno de los principales estudios sobre felicidad que existen, de la Universidad de Harvard. Con eso, una idea primará sobre todo este proyecto educativo: el fomento de las relaciones personales. ¿Por qué? Porque son ellas, precisamente, las que conducen a una vida feliz. Además, según consideran los antropólogos, las relaciones son más fuertes en los pueblos que en las ciudades.
Las dos conclusiones mencionadas se tienen en cuenta, y mucho, tanto en el sistema de enseñanza de la escuela, como en su propio diseño. Y es que Kurani, a cargo del mismo, ha querido poner su grano desde la arquitectura a la consecución de la felicidad de los estudiantes. Para ello, el concepto de pueblo se ha trasladado plenamente a lo que será el campus de Riverbend. De esta forma, la escuela se sitúa en torno a una plaza pública con diversidad de espacios enfocados al juego, al estudio, a la meditación o al cultivo. Además, cualquier pequeño detalle, desde el diseño de los patios, hasta el de los caminos o los pabellones, se pondrá al servicio de la socialización para que los niños puedan cultivar esas relaciones que, según los expertos, inciden como ninguna otra cosa en la consecución de una vida feliz.
Con la vista puesta en 2020, cuando podría finalizar la obra, este colegio podría marcar el camino para iniciativas similares en otras zonas del mundo. En todo caso, conscientes del giro radical del planteamiento, los promotores de Riverbend School incluirán en el campus un instituto de investigación que analizará la eficacia del nuevo modelo. Habrá que ver entonces cómo funciona esta iniciativa que elimina pasos intermedios para centrarse, directamente, en ponérselo más fácil a los niños para lograr el objetivo final de todo proyecto vital, la felicidad.
Fuente > https://ecoinventos.com/riverbend-school/