Una miniserie brasileña se suma a la oferta de ficciones sobre la vida carcelaria

La miniserie narra la historia de un honesto abogado y padre de familia brasileño que es injustamente detenido por tráfico de drogas. “1 Contra Todos” es una miniserie original de FOX Networks Group (FNG) Latin America y a partir de las 22.30 de hoy tendrá en la pantalla del canal premium FOX Action el primero de los ocho episodios que la compone. Dirigida por el cineasta brasileño Breno Silveira (“2 Filhos de Francisco”, 2005), la ficción se centra en Cadu, un humilde abogado de San Pablo que de un momento a otro se encuentra del otro lado del mostrador; antes de que pueda entender qué es lo que está pasando la policía lo detiene acusándolo por tener en su casa casi una tonelada de marihuana. A partir de ahí, la historia -basada en un caso real- funciona a modo de denuncia y pone el acento en todo lo que funciona mal en el sistema de justicia brasileña: la Policía lo acusa por algo que no cometió, al Justicia lo encierra antes de poder defenderse, el director del penal lo cree un narcotraficante poderoso y le pide que pague por protección y los medios de comunicación sensacionalistas lo demonizan. Uno de los aspectos más interesantes de la miniserie es la transformación que deberá sufrir Cadu (Julio Andrade), ya que para sobrevivir necesariamente deberá jugar el papel que el sistema le ha adjudicado y correrá el riesgo de descubrir que ciertas elecciones que tome quizás lo emparenten más de lo que esperaba con los asesinos y ladrones que habitan los pabellones de la cárcel junto a él. “No esperaba encontrarme con una historia tan fantástica. Creo que la realidad siempre es más sorprendente que la ficción”, dijo a la prensa Silveira respecto al origen real de la historia, y agregó que para él la miniserie es “sobre todo un drama humano. Un hombre honesto que ve cómo se transforma su vida y la de su familia y para sobrevivir en el infierno tiene que convertirse en otra persona”. La producción de FOX no escatimó recursos para ilustrar los claustrofóbicos escenarios que los televidentes pueden relacionar con otro drama carcelario brasileño como la película “Carandirú” (2003), de Héctor Babenco, con esas celdas sucias y atestadas de violentos delincuentes en las que los internos parecen haber sido abandonados a su propia suerte, a su propia ley. “1 Contra Todos” se suma así a un panorama televisivo que en junio tuvo ya otros dos estrenos del que a estas alturas parece conformar el subgénero de “drama carcelario”. El primero de ellos es “El marginal”, una creación de Sebastián Ortega y Adrián Caetano de la factoría Underground que puede verse por Canal 7 desde el 2 de junio, en el que Juan Minujín compone a un ex policía que debe infiltrarse en el penal de San Onofre para obtener información que pueda ayudar a recuperar a la hija secuestrada de un juez. A diferencia de la miniserie brasileña, el protagonista del marginal no es representado como un héroe clásico que deberá hacerse pasar por un delincuente, sino que es justamente su carácter innoble el que lo transforma en el candidato perfecto para la tarea encomendada. La otra ficción de temática carcelaria llegó de la mano de Netflix el último viernes, con los 13 capítulos de la cuarta temporada de la multipremiada “Orange is the new black” ya a disposición del público. Se trata de un drama con toques cómicos (o “dramedy”, por la conjunción de las palabras “drama” y “comedy”, como se ha bautizado el género en la crítica estadounidense), que ha evolucionado desde su origen, en el que la historia estaba centrada casi de forma exclusiva en Piper, la chica de clase acomodada que caía en desgracia por el error de haber confiado demasiado en un amor del pasado y que debía adaptarse a su nueva vida en una cárcel de mujeres. Con el paso de las temporadas, “Orange…” amplió el encuadre y aprovechó las facultades del muy variado elenco para exponer algunas de las problemáticas que presenta el modelo carcelario estadounidense, como por ejemplo las disputas raciales y el financiamiento privado