En una de las manifestaciones más multitudinarias de Brasil, unas 100.000 personas se reunieron ante las puertas del Congreso Nacional de Brasilia para manifestar su respaldo al juicio político contra su actual mandataria, informó la agencia EFE. La manifestación se replicó en otros puntos del país, en que la mayoría de los manifestantes opositores a las políticas tanto de Dilma Rousseff, como de su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, se reunieron en las calles vestidos con los colores de la bandera brasileña. La jornada nacional de protestas fue convocada por grupos de la sociedad civil, pero cuenta con el apoyo explícito de todos los partidos del arco opositor, que promueven en el Parlamento un juicio político con miras a la destitución de Rousseff. El senador Aécio Neves, presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la principal fuerza de la oposición, asistió este domingo a la manifestación de Belo Horizonte en la que se calculó la presencia de unas 30.000 personas. «Estamos junto a todos los brasileños, que quieren y merecen algo mejor, para construir un nuevo camino para el país», declaró Neves. Durante la mañana de este domingo, la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, fue uno de los puntos del país en que mayor gente se congregó para manifestar su descontento con Rousseff. Si bien las autoridades dijeron que no harán ningún cálculo de asistencia, los organizadores barajan una cifra de entre 500.000 y un millón de personas, que tapizaron con los colores verde y amarillo la avenida Atlántica, consignó EFE. Se estima que las protestas de este domingo alcanzarán su mayor intensidad por la tarde en Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, donde se espera que cientos de miles de personas se sumen a la convocatoria. El proceso está fundamentado en unas irregularidades contables detectadas en los balances que el Gobierno presentó en 2014 y 2015, pero la oposición anunció que anexará las sospechas que existen sobre la posible financiación ilegal de la campaña que llevó a la reelección de la mandataria en 2014.
Una multitud marchó en Brasil contra Dilma Rousseff
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