La reciente donación de una nueva ternera por parte de Gustavo Bottasso ha traído un rayo de esperanza a la Escuela Bernardino Rivadavia. Esta acción busca revitalizar el proyecto agropecuario de la institución, que había sido profundamente afectado por el robo de «Berni», el ternero que era una parte vital de su programa educativo.

Educadores y estudiantes compartieron un alivio palpable tras la llegada de la noticia. La pérdida de «Berni» dejó una huella emocional significativa en todos, ya que el ternero formaba parte integral de la Bio Escuela, una iniciativa que combina actividades rurales con el aprendizaje diario.

Impacto del robo en la comunidad escolar

Los acontecimientos que rodearon la desaparición de «Berni» conmocionaron a la comunidad educativa. La directora de la escuela confirmó que habían encontrado restos que evidenciaban el sacrificio del ternero tras haber sido robado de las instalaciones, lo que dejó al alumnado en un estado de tristeza y desasosiego.

Para muchos de los niños, «Berni» era mucho más que un animal; era un compañero cotidiano del proceso de aprendizaje y cuidado animal que tanto disfrutaban. Por eso, la donación de Bottasso representa más que un simple reemplazo; es una oportunidad de recuperar la alegría y el entusiasmo que se había perdido.

El futuro del proyecto agropecuario

La nueva ternera se unirá a la escuela en febrero, cuando esté lista para adaptarse a su nuevo hogar. Marcando un paso adelante, esta incorporación será acompañada por la atención y cuidado de los alumnos, quienes están entusiasmados por volver a vivir la experiencia de criar y aprender junto a un nuevo compañero.

Desde la escuela expresan que esta donación no solo permitirá reanudar un programa fundamental en su propuesta educativa, sino que también contribuirá a restaurar la moral colectiva de los estudiantes y docentes, reafirmando así el compromiso comunitario hacia los proyectos que fomentan un aprendizaje activo y responsable.