A pesar de vivir en un país en el que el aborto es legal, la menor embarazada de 16 semanas comunicó a las autoridades su decisión de dar a luz, informó el periódico uruguayo El País en su versión digital.
El autor del abuso se encuentra procesado y privado de su libertad, informaron medios del país oriental.
Fuentes vinculadas al caso señalaron que la vida de la niña no corre riesgo.
«La niña quiere seguir con el embarazo, según manifestaron especialistas que la atienden en el Hospital Pereira Rossell, donde está internada desde el 29 de marzo. Por esto le suspendieron la medicación psiquiátrica que estaba tomando antes del ingreso», indica el mencionado portal uruguayo.
Por su parte Jorge Chediak, presidente de la Corte Suprema de Justicia del país sudamericano dijo que a los once años no hay «capacidad para consentir una relación sexual ni para terminar un embarazo» y agregó que el consentimiento de la menor no es válido.
La jueza Raquel Gini resolvió que no le corresponde decidir la progresión o interrupción del embarazo, sino que los médicos tratantes deben «adoptar la decisión pertinente en concurrencia con la madre de la niña en atención de la edad», llegar a «un acuerdo a nivel médico con la niña y su madre».
La directora de la División Salud del INAU Mónica Silva afirmó a que «se discutió muchísimo porque no es una situación fácil», pero añadió que » no existe riesgo de vida para la niña ni para el bebé», por lo cual no se puede obligarla a que aborte.