El juicio conocido como como «Vatileaks 2» que investiga el robo y la filtración de documentos sobre las finanzas del Vaticano se reanudó hoy con una audiencia a puertas cerradas. «Duró cerca de una hora», informó a Télam y medios acreditados el portavoz papal Federico Lombardi, y explicó que en ese lapso se analizaron las pericias informáticas encargadas a comienzos de diciembre sobre computadoras y equipos móviles de los cinco acusados, entre ellos dos periodistas. La próxima audiencia será a puertas abiertas el lunes a las 15.30 de Roma (11.30 de la Argentina) agregó Lombardi. El juicio tiene en el banquillo a los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, la laica Francesca Chaouqui, el religioso español Lucio Vallejo Balda y el italiano Nicola Maio. A mediados de noviembre, el magisterio vaticano resolvió el envío a juicio de las cinco personas por el escándalo que incluyó la filtración de documentos reservados La audiencia anterior había tenido lugar el 7 de diciembre del año pasado cuando la Justicia de la Santa Sede aceptó el pedido de la defensa de Chaouqui para que el secretario de Estado Pietro Parolin sea citado a declarar como testigo junto al también cardenal Santos Abril y Castelló y a otras cuatro personas. A mediados de noviembre, el magisterio vaticano resolvió el envío a juicio de las cinco personas por el escándalo que incluyó la filtración de documentos reservados sobre las finanzas de la Santa Sede que acabaron en los libros “Avarizia”, de Fittipaldi, y “Via Crucis”, de Nuzzi. Junto a los periodistas también afronta el juicio Vallejo Balda, el ex encargado de la Cosea (la comisión impulsada por el papa Francisco para examinar las reformas de las cuentas de la Iglesia), así como su ex consejera Chaouqui. El quinto enviado a juicio es Nicola Maio, también ex colaborador de la Comisión en la que revestían Vallejo Balda y Chaoqui, quien deberá comparecer ante los tribunales vaticanos por un delito que incluye la posibilidad de penas de entre cuatro y ocho años de reclusión. Vallejo Balda es el único que permanece retenido en el Vaticano, desde el 2 de noviembre, acusado de ser el «cuervo» que filtró los documentos «reservados» referidos a la reforma económica y financiera impulsada por el papa a los periodistas.
Vatileaks 2: se reaundó el juicio por la filtración de las finanzas del Vaticano
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