Está previsto que a lo largo de este año se realicen los primeros ensayos clínicos en mujeres para obtener los permisos de comercialización el próximo año. Una estrategia con la que se anticiparían casi un año al calendario de su competidor más cercano: las píldoras Lybrido y Lybridos, dos medicamentos hermanos desarrollados por el doctor holandés Adriaan Tuiten. Tras los numerosos intentos de encontrar la fórmula farmacéutica que ayude a las mujeres a mejorar su deseo sexual, la solución podría venir de la mano de la melatonina, una hormona que ya se vende en forma de suplementos homeopáticos para tratar el insomnio y como alternativa a las benzodiacepinas. Ahora, la nueva pastilla de melatonina sintética, que se probará clínicamente durante los próximos meses, serviría para aumentar la libido durante un periodo de dos horas si se consume entre cinco y quince minutos antes del acto sexual. Los responsables de la firma Orlibid aseguran que su fármaco, a diferencia de la clásica Viagra masculina, tiene menos efectos secundarios. El único que se ha reportado hasta ahora es la disminución del apetito, aunque para sus propios desarrolladores se puede tratar de una ventaja debido a sus propiedades adelgazantes. Último sprint para abanderar un suculento negocio La carrera farmacéutica para desarrollar la versión femenina de la Viagra tiene en su horizonte un suculento negocio, ya que la a famosa pastillita azul de Pfizer fue recetada a más de 37 millones de personas durante sus diez años de patente, según los datos de la propia farmacéutica. Las disfunciones sexuales en las mujeres, en forma de trastorno de deseo sexual hipoactivo (HSDD, por sus siglas en inglés) o de trastorno orgásmico femenino (FOD), afectan a una de cada cinco mujeres en algún momento de su vida. El mayor problema con el que se han encontrado los investigadores hasta ahora es que dichos trastornos tienen una fuerte base psicológica. Por eso, el principio activo de estos fármacos debe actuar directamente sobre el cerebro. Hay varios neurotransmisores que juegan un papel fundamental en el deseo sexual, pero hay dos especialmente importantes: la testosterona, que provoca la segregación de dopamina, y la serotonina, que hace que su presencia disminuya. La clave para un correcto funcionamiento sexual parece residir en un correcto balance de ambos neurotransmisores. Y es en este plano donde tratan de actuar estas píldoras. A pesar de la investigación, no faltan las voces críticas que ponen en duda el mismo hecho de que el trastorno orgásmico femenino exista. Una de las abanderas de estas tesis es Liz Canner, autora del polémico documental Orgasm Inc., en el que defiende que los trastornos sexuales son una creación ficticia de las industrias farmacéuticas para aumentar sus beneficios. Sin embargo, la Asociación Americana de Psiquiatría ha defendido la oficialidad de este tipo de diagnósticos, los cuáles define como aquella situación en la que una mujer sufre estrés debido a que “su capacidad orgásmica es insuficiente teniendo en cuenta su edad, experiencia sexual y la estimulación que recibe”. Desconfianza por el cariz psicológico de estos trastornos Las farmacéuticas conocían desde hace tiempo el papel que desempeña la melatonina en la libido, pero habían fracasado a la hora de desarrollar este tipo de medicamentos en forma de gragea, sin tener que recurrir a las inyecciones, que generaban demasiados efectos secundarios como náuseas y adicción. El doctor Mike Wyllie, uno de los padres de la Viagra y que ahora asesora a Orlibid, aseguró que esta nueva pastilla está recomendada para todo tipo de mujeres, “desde aquellas que sufren trastornos hasta las que simplemente quieren mejorar su satisfacción sexual”. El precio de estos comprimidos será similar al de la Viagra.
Venderán un «Viagra» femenino que tambien adelgazará
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