La aeronave salía desde el aeropuerto internacional de Wuhan Tianhe, China, cuando la mujer abrió una puerta de emergencia.
Argumentó su insólita decisión diciendo que lo hizo “para que entre aire fresco” y luego fue por el lado de la energía: “El ambiente se sentía demasiado cargado”.
Esto retrasó el vuelo por una hora, dado que estaba a punto de despegar.
La Policía actuó de inmediato: detuvo a la pasajera y, por tratarse de un delito, se le podría prohibir viajar en avión por tiempo indefinido.