A casi un mes de que la modelo Cecilia Rivas atropelló a dos delincuentes que acababan de robarle, se viralizaron las imágenes del momento del impacto.
A casi un mes de que la modelo Cecilia Rivas atropelló a dos motochorros que acababan de robarle, se viralizó un video que muestra el momento del impacto que causó la muerte de uno de los delincuentes. Las imágenes forman parte de la causa contra la bailarina, que fue procesada sin prisión preventiva por «homicidio con exceso en la legítima defensa» y embargada en un millón de pesos.
Todo empezó el pasado 20 de mayo a la medianoche, cuando Rivas detuvo su auto, un Peugeot 207, en la avenida Córdoba, entre Sánchez de Bustamante y Billinghurst. De repente, la mujer sintió «un golpe en el cuerpo» y vio que un ladrón se metió dentro del vehículo y se escapó en moto tras arrebatarle su teléfono.
Rivas, que llevaba como acompañante a Roxana Susterman, una amiga también modelo y bailarina, persiguió a los motochorros y los alcanzó en San Luis 3170, en Balvanera. A una velocidad superior a la permitida chocó la parte trasera de la moto en la que huían los ladrones.
Según lo reconstruido por el juez, la motocicleta quedó «enganchada» al Peugeot, que la arrastró varios metros por la vereda, mientras chocaba con otros vehículos estacionados en esa calle. Uno de los delincuentes, identificado como Oscar Alejandro Orona, murió en el lugar como consecuencia de «traumatismos múltiples y hemorragia interna». Su cómplice, Julián Andrés Rodríguez Cardozo, fue trasladado para su atención al Hospital Ramos Mejía, donde se comprobó que había sufrido traumatismo de tórax, fractura de costillas y mandíbula.
Tanto en su indagatoria como en declaraciones a la prensa, la modelo y bailarina aseguró que los empezó a perseguir para poder filmarlos con la cámara del celular de su amiga y negó haber actuado con intención de causarles daño a los delincuentes.
Con respecto al momento del choque, la mujer afirmó en TN que los ladrones se accidentaron porque perdieron la estabilidad de la moto. «Cuando se cayeron yo frené. Ahí fue cuando el auto perdió el control y sentí un impacto como si me despertara», señaló.
Para el juez Diego Slupski, la persecución para recuperar el celular fue una conducta «racional», pero «la imputada excedió los límites de la legítima defensa», razón por la cual ordenó su procesamiento. Además, el magistrado consideró que actuó de manera «voluntaria» y «dolosa», y con «pleno conocimiento e intención decidió avanzar hacia la motocicleta para embestirla».