El 30 de abril entró en erupción el volcán hawaiano Kilauea, en Big Island, la isla más grande del archipiélago del Océano Pacífico. Pero el domingo, una nueva fisura ha comenzado a expulsar lava que no deja de avanzar, arrasando con todo a su paso.
Kilauea ha destruido 26 casas y ha obligado a 1.700 personas a abandonar sus residencias desde que entró en erupción, arrojando lava y gases tóxicos de los respiraderos volcánicos en una pequeña área de la Big Island de Hawaii.
Hasta el momento, no se han reportado muertes o lesiones graves debido a la erupción del volcán, de acuerdo con la Agencia de Defensa Civil del Condado de Hawaii. Pero sí produjo gran daño material.
Además de grietas en los caminos y en las casas, la lava expulsada por el Kilauea avanza, lento pero sin detenerse. Así fue que unos vecinos pudieron captar el momento en que una masa de magma destruye por completo a un Ford Mustang.
La cupé de color blanco estaba ubicada del otro lado del camino por donde avanzaba la lava. Hasta que inevitablemente la alcanza. Primero comienza a incendiar el sector trasero, pero finalmente cubre por completo todo el vehículo.
Se espera que continúen las erupciones de lava y gas, junto con las réplicas del terremoto de magnitud 6,9 registrado el viernes, que resultó ser el más grande en el área desde 1975, según el Observatorio Volcánico de Hawaii.
Los geólogos dijeron que la actividad actual es parecida un evento de 1955, cuando las erupciones continuaron por 88 días en el área y cubrieron alrededor de 1.600 hectáreas con lava.