Rob estaba viendo a Coldplay en directo en Dublín. En la pista, rodeado de su gente. Y sin querer un chico cayó sobre su silla de ruedas. Lejos de pedirle disculpas, el joven le levantó entre el público y pidió que le ayudaran hasta llevarle al escenario. De lejos el cantante no se lo podía creer. Y le dijo: «Rob, canta conmigo»
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