SANTIAGO DEL ESTERO – A un costado de su casa, esa que la albergó hasta los 18 años, allí está Mirna (Nombre Ficticio) dispuesta a contar el drama que le tocó vivir a manos de su padre, quién violó a todas sus hijas, obligó a sus hijos varones a hacer lo mismo, mantuvo encadenado a un árbol a un hijo con capacidades especiales y los confinó a todos al hambre y el analfabetismo.
Quien debía cuidarla la abusó sexualmente.
“Eso comenzó cuando era chiquita, tenía 8 años, todavía me acuerdo” cuenta Mirna, con voz firme casi sin una muestra de emociones, esas emociones que debió enterrar u ocultar cuando comenzó a ser abusada y agrega “estaban todos en casa, fue a la noche”.
Y su relato sigue con la violencia física de la cual era blanco su madre “siempre la golpeaba a mi mamá, decía que ella lo engañaba y por eso la golpeaba”.
Pero ella no fue la única que fue ultrajada por su padre. Sus otras hermanas también. En total tres de ellas fueron abusadas.
“Después siguió mi hermana cuando tenía 15 años, no podíamos hablar estábamos asustadas.
«Cumplí los 18 y me fui con mi bebé que tenía cuatro meses” expresa con ese mismo tono de voz que no deja vislumbrar una emoción y da otro dato más “mi papá abuso de tres, la que tiene 14, la de de 18 y yo” dice Mirna quien ahora tiene 22 años, pero que durante una década fue la esclava sexual de su padre.
Si. Esclava sexual.
“Todos los días” dice tajante con respecto a cada cuanto se repetían los abusos y aseguró “me alivió saber que murió, mis hermanas están más tranquilas”.
Hermanos
En la investigación que se lleva adelante los hermanos de 15 y 18 años también están en la mira, no solo por violencia física sino por abuso sexual (ver nota aparte) quienes se fueron de la provincia hacia Buenos Aires “ellos se fueron poque sabían que mi mama estaba haciendo la denuncia, se fueron a la casa de mi hermano mayor de 23 años” y sin lugar a dudas afirmó que no los perdonaría “no se merecen el perdón de nadie”.
“Hoy estamos tranquilas” dice Mirna sobre sus hermanas y su madre, recién cuando sus hermanos están a cientos de kilómetros y son buscados por la Justicia y su padre en el cementerio.