La Cámara Federal porteña reabrió una investigación contra el ex ministro Julio De Vido por el presunto pago de sobreprecios en la construcción de la Central que alcanza también al ex gobernador Daniel Peralta. La obra a cargo de Isolux Corsán se encuentra cerrada, el 30 de agosto se despidió al 100% del personal y el Gobierno armó una mesa de negociación para ajustar su valor final y concluir la «Mega Usina» «a un costo racional». La Usina Térmica de Río Turbio -con un 93 % de avance- está completamente inactiva, una vez más. El año pasado Cristina Kirchner en plena campaña inauguró una de las dos calderas de la obra que sólo generó 120 Mw durante un mes, la falta de carbón para alimentarla obligó a la empresa a apagarla. Desde entonces los conflictos laborales por falta de pago, marcaron el ritmo de la obra. En medio de las negociaciones con el Gobierno, la decisión de la firma española fue despedir a los 300 trabajadores que quedaban en la obra. Se desembolsaron cerca de $ 51 millones para saldar las deudas correspondientes a las quincenas y sueldos y las indemnizaciones. La obra ya no tiene un solo trabajador y su fecha de reactivación es incierta. Para alimentar la Usina completamente con carbón, Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), que debería generar 112.320 toneladas mensuales para alimentar la Usina, harían falta otros 1.000 millones de pesos. A su vez, Isolux reclama a la actual gestión certificaciones de obra por 700 millones de pesos que dejó la gestión de Cristina Kirchner pendientes. Por delante quedan meses de decisiones. El Gobierno de Mauricio Macri iniciará una mesa de negociación que tendrá por finalidad readecuar los costos de la obra. «Es una de las obras más escandalosas, y se busca determinar bien su número final y su viabilidad económica, aparte hay que hacerle obras complementarias, es un complejo», indicaron fuentes oficiales. Esperan en 2017 poner en marcha la primera de ellas. La meta es «readecuar el valor de lo que queda para ejecutar la obra, sacar todo aquellos que se innecesario para funcionar y racionalizar al máximo los recursos», señalaron a Clarín fuentes oficiales. La usina, que deberá generar 240 Mw, está salpicada por denuncias judiciales, una de las cuales se reactivó la semana pasada: la Cámara Federal porteña reabrió la investigación contra De Vido y el ex gobernador Peralta por el presunto pago de sobreprecios en la construcción de la Central Termoeléctrica. La causa, que se inició por una denuncia del ex diputado Carlos Morán (CC), investiga las posibles irregularidades en la licitación, adjudicación, ejecución y financiamiento de la obra y también alcanza a los ex subsecretarios de Medio Ambiente santacruceños Francisco Anglesio (actual funcionario de Alicia Kirchner) y Mario Abel Díaz. La decisión de la Cámara porteña puso en alerta al Gobierno. «Entendemos que va por otro carril, pero no deja de ser un factor importante en medio de las decisiones que se están analizando sobre la obra», indicaron desde la Casa Rosada. Según la denuncia judicial, cuando se licitó la obra el precio pactado era de unos 1.500 millones de pesos, pero después de la apertura de ofertas la suma trepó a más de 2.600 millones, «ello sin mencionar las distintas readecuaciones provisorias de precios, que llevarían a un valor final de la obra de 4.213.041.983 de pesos», resalta el fallo que revoca el sobreseimiento de De Vido y Peralta. El ex ministro de Planificación fue denunciado por el ministerio de Energía e YCRT por malversación de fondos de $ 26.000 millones, dinero que debía destinarse a la modernización de la mina y obras complementarias de la Usina.
Vuelven a investigar a De Vido por usina de Río Turbio
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