En busca de mejorar la textura y el sabor de los productos descremados especialistas del Centro INTI-Lácteos desarrollaron un yogur batido bajo en grasas con proteínas de dos sueros de quesería en polvo. El trabajo se llevó adelante en la ciudad santafesina de Rafaela con el objetivo de optimizar la calidad de estos lácteos descremados, que muchas veces disminuyen su viscosidad y alteran su estructura —especialmente la apariencia, textura y sensación bucal—. El yogur se desarrolló a partir de la adición de concentrados de proteínas de suero, y al evaluarlo se analizó el efecto de ese agregado en la fortificación y las características sensoriales. “Las primeras mediciones evidenciaron mejoras significativas en los yogures fortificados, especialmente en su textura y sabor”; concluyeron las referentes del proyecto Ivana Nieto, Joselina Karlen y Elisabet Ramos. Para avanzar en este tema los técnicos tienen previsto realizar un análisis sobre la relación costo/beneficio del producto, para luego ser transferido a la industria láctea argentina.
Yogur descremado rico y fortificado desarrollado por el INTI
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