En marzo de 2014, Mark Zuckerberg adquirió la empresa Oculus VR, creadora de las gafas de realidad virtual Oculus Rift, tras lo cual el fundador de Facebook «se convirtió en el principal divulgador de la realidad virtual», escribe Andréi Podshibiákin, de la empresa Xsolla, en su artículo para el portal Esquire. Según destaca Podshibiákin, no se trata de una simple plataforma de juegos, ya que «Zuckerberg no gasta miles de millones de dólares en un producto que no tiene perspectivas sinérgicas». Entonces, ¿para qué necesita Oculus el fundador de Facebook y qué le espera a la humanidad en el futuro en relación a esa compra? «De acuerdo con una teoría conspirativa, la idea principal de Zuckerberg es almacenar, organizar, y en última instancia, controlar los recuerdos, y no es tan fantástico como parece a primera vista», sostiene el experto. Basta con mirar sus recientes adquisiciones, Instagram y WhatsApp: el primero «guarda los recuerdos de la gente en forma de fotografías; el segundo, lo hace en formato de texto». Podshibiákin argumenta que Facebook, como red social, «combina esos dos enfoques: no es en vano que la función ‘este día’, que nos permite revisar nuestras publicaciones por un año, dos, tres y más, se haya convertido en una de las más populares». Para cuando la red social lance drones con Internet gratis, láseres y satélites, y la realidad virtual «sea colocada en la montura de las gafas convencionales», la mayor parte del planeta utilizará Facebook. «Nuestras declaraciones de amor borrachos, los videos con gatitos, las fotos de las vacaciones y los estados de amor no correspondido ya no nos pertenecen. Aviones no tripulados están listos para enviar todo de forma gratuita a cualquier parte del mundo desde las altas capas de la atmósfera», indica el autor. Y según Podshibiákin, no se trata solamente de nuestras memorias conscientes. Los robots de chat introducidos en la mensajería de Facebook «analizan toda la información que reciben, desde el pedido de una pizza hasta el registro para un vuelo». Con lo cual, la inteligencia artificial «pronto será capaz de recordar nuestra comida favorita, las compras impulsivas y la geografía de nuestros movimientos con la precisión de hasta minutos, incluso cuando quizás ya no existamos». «Los recuerdos nos sobrevivirán a todos» La realidad virtual encaja perfectamente en este concepto, recalca el autor. Con el desarrollo de esta tecnología, «cualquier acto íntimo de comunicación puede convertirse en un ‘enganche para una noticia’ e incluso en sujeto de la cultura de masas». Pronto las gafas Oculus serán capaces de grabar y entonces «vamos a poner ‘me gusta’ y compartir no solo textos, imágenes y videos, sino también episodios de la vida con un pleno efecto de presencia», sostiene. Y Oculis Touch, por su parte, «permitirá experimentar una sensación táctil en un nivel sin precedentes». Con el tiempo, la tecnología «nos permitirá volver a sentir el primer abrazo, el primer roce», y no será posible escapar de la misma, resume Podshibiákin. «Zuckerberg concibió una tecnología mediante la cual los recuerdos se volverán más vivos y nos sobrevivirán a todos», agrega. Y mientras nuestros bisabuelos «quedaron en nuestra memoria solo como siluetas en viejas fotografías», el experto cree que nosotros permaneceremos en la memoria de nuestros bisnietos con todos nuestros «memes, ‘me gusta’, el peinado, la agenda del día, la alegría», etc.
¿Zuckerberg se quiere apropiar de nuestros recuerdos?
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