Banco Santander y BBVA se Blindan Ante la Crisis Económica en Argentina
Los gigantes bancarios han decidido implementar medidas de emergencia para minimizar riesgos y adaptarse a la delicada situación económica del país.
26.11.2025 • 17:40hs • internacional
Los bancos Santander y BBVA han activado protocolos excepcionales para protegerse de la crisis económica en Argentina, una situación que ha superado las proyecciones de los analistas más pesimistas.
Escenarios Críticos y Medidas de Respuesta
Ambas instituciones financieras han decidido:
- Mitigar riesgos
- Controlar gastos
- Disminuir su exposición en el mercado local
El crédito se ha convertido en el sector más afectado, complicándose en un entorno caracterizado por tasas inestables y alta inflación.
Impacto en las Provisiones y Beneficios
Ambos bancos se vieron obligados a aumentar sus provisiones para hacer frente a la creciente morosidad. Esto, a su vez, ha repercutido negativamente en sus beneficios.
La directora financiera de BBVA, Luisa Gómez, mencionó que las condiciones económicas actuales han deteriorado las expectativas de crecimiento. Según ella, la incertidumbre política, las altas tasas de interés y las tensiones cambiarias juegan un papel crucial.
Restricciones en la Asignación de Créditos
Frente a la situación, tanto Santander como BBVA han tomado la decisión de restringir significativamente la concesión de créditos en Argentina.
BBVA ha reportado una caída significativa en este rubro, mientras que el origen de crédito ha crecido solo un 10% en el último trimestre, comparado con el 21% de los meses anteriores.
Una Estrategia Más Cautelosa
La estrategia adoptada por Santander ha sido aún más conservadora. Según su CEO, Héctor Grisi, las únicas líneas de crédito disponibles son para empresas exportadoras en dólares y energéticas.
Este enfoque refleja la magnitud de la crisis económica y sugiere un futuro incierto para el sistema financiero argentino.
Con un entorno de crédito restringido y una morosidad en aumento, los bancos buscan formas de protegerse hasta que la situación económica mejore, manteniendo a la vista la posibilidad de un eventual retorno a la estabilidad.
