Clases a la Noche: El Impacto de los Horarios en el Rendimiento Escolar de los Jóvenes Argentinos
A partir de un nuevo estudio, se revela que los estudiantes secundarios en Argentina inician sus clases a las 7:31, un horario que ha permanecido inalterado por décadas, pero que podría estar afectando su desempeño académico.
El reciente Primer Mapa Nacional de Horarios de Inicio Escolar en secundaria ha puesto de manifiesto que el tradicional horario de inicio de clases no es el más adecuado para el desarrollo de los adolescentes. Expertos en sueño sugieren que esta costumbre podría ser parte de la razón del bajo rendimiento escolar observado en las pruebas educativas en el país.
La Importancia del Sueño en la Adolescencia
María Juliana Leone, profesora de la Universidad Di Tella e investigadora del Centro de Políticas Públicas, destacó la relevancia de este estudio: “Es una herramienta valiosa para entender cómo los horarios de inicio afectan a los adolescentes”. La investigación también señala que más del 83% de las escuelas secundarias comienzan sus clases antes de las 8:00 a.m., lo que puede ser problemático cuando los estudiantes aún están dormidos.
Diferencias en los Horarios por Región
Una sorpresa del estudio es que aún hay diferencias significativas en los horarios de inicio de clases a lo largo del país. La variabilidad depende de la ubicación geográfica, y en muchas regiones, las clases comienzan incluso cuando todavía es de noche. En promedio, los estudiantes escuchan el timbre antes de que salga el sol durante unos 85 días al año, e en algunas jurisdicciones, son más de 100 días.
Consecuencias del Horario de Inicio
La investigación enfatiza que cumplir con las horas adecuadas de sueño es esencial para el bienestar de los adolescentes, quienes necesitan un mínimo de ocho horas. Sin embargo, el horario de ingreso a las escuelas está alineado con la cultura nocturna argentina, donde las cenas se realizan más tarde. Esto genera un déficit en las horas de descanso y puede reducir la concentración en clase.
Comparación Internacional
En contraste, en países como Estados Unidos y varias naciones europeas, las clases suelen comenzar alrededor de las 8:00 a.m. Este cambio de horario ha mostrado beneficios como mayores tasas de graduación, mejoras en el rendimiento académico y menos accidentes de tráfico relacionados con los estudiantes.
Recomendaciones para el Futuro
Los investigadores sugieren que las autoridades educativas revisen y ajusten los horarios de inicio escolar para que los adolescentes no tengan que comenzar sus clases de noche. Además, proponen un cambio en el huso horario del país, lo que permitiría una mejor adaptación a la luz solar y, por ende, un impulso en el bienestar estudiantil.
La Biología del Sueño
A nivel biológico, la adolescencia naturalmente inclina a los jóvenes hacia ser más nocturnos. Sin embargo, la falta de sueño adecuado no solo afecta la concentración, sino que también tiene repercusiones en la salud emocional y física. Muchos adolescentes que comienzan sus clases temprano duermen menos de las horas recomendadas, lo que contribuye al deterioro de su rendimiento académico y su salud mental.
