Elecciones en Chile: Un Balotaje Inédito que Define el Futuro del País
La contienda electoral en Chile se intensifica con el balotaje del 14 de diciembre, marcado por un ambiente de desencanto hacia la administración de Gabriel Boric. Analistas destacan un escenario sin precedentes tanto en número de votantes como en la competencia entre los candidatos.
En una conversación con Canal E, el analista internacional Alberto Ruskolekier analizó el complicado presente del panorama electoral chileno, haciendo hincapié en el contexto de descontento que rodea al presidente Boric.
Un Padrón Electoral Duplicado y Voto Obligatorio
El balotaje traerá consigo un aumento drástico en la participación electoral. Ruskolekier indicó que “el padrón se ha duplicado, pasando de cinco o seis millones a trece o catorce millones de votantes”, lo que refleja el impacto que ha tenido el voto obligatorio en el electorado chileno.
La candidata del oficialismo, Jeanette Jara, obtuvo el 26,8% de los votos, mientras que su competidor José Antonio Kast le sigue de cerca con un 23,9%. Según el analista, “la diferencia entre ambos no superó los tres puntos”, lo que anticipa una contienda final reñida.
Además, Ruskolekier subrayó que los apoyos de los candidatos eliminados—Evelyn Matei, Johannes Keiser y Franco Parisi—podrían ser decisivos en la segunda vuelta: “Es probable que José Antonio Kast asuma la presidencia, pero el reordenamiento de fuerzas aún es incierto”, afirmó.
Descontento con el Oficialismo y Promesas no Cumplidas
La falta de confianza en el oficialismo tiene sus raíces en la gestión de Gabriel Boric, a quien Ruskolekier describe como “totalmente inexperto” en su rol. El analista menciona que de las 216 promesas legislativas realizadas, solo un 38% se han cumplido.
La combinación del legado del Partido Comunista con la actual administración ha generado un abrumador sentimiento negativo entre los votantes. “Jeanette Jara proviene de un partido que no ha sido bien recibido por la sociedad chilena”, apuntó.
Con la inminente culminación del mandato, Ruskolekier anticipa que Boric dejará el poder con una imagen muy debilitada: “Su legado será uno de escasa recuerdo y ninguna gloria”, concluyó.
