Visitar El Puntal es como retroceder en el tiempo. Este icónico almacén, construido en 1930, se encuentra en Álvarez de Toledo, un pequeño paraje a 15 kilómetros de Saladillo. Sus pisos de madera desgastada, altos techos y estanterías repletas de objetos antiguos crean un ambiente que parece detenido en el tiempo.

Desde que reabrió sus puertas en 2012, El Puntal ha sido administrado por Viviana Benedetti, su familia y un grupo de amigos. La idea de revivir este espacio surgió al descubrir su pasado como un punto de encuentro para viajeros que llegaban en tren. “Este lugar nos ha marcado como familia. Queremos mantener su esencia y ofrecer experiencias auténticas”, asegura Viviana.

Un Espacio de Memoria

Cada rincón de El Puntal cuenta una historia. Aquí, no hay decoración superficial: hay memoria viva. Los mostradores originales se combinan con mesas de madera rústica, radios de época y otros elementos que reflejan la vida del pueblo. Un área especial conserva la zona donde se enfriaban las bebidas para los pasajeros del tren, mientras que hermosos cajones antiguos están exhibidos como verdaderas piezas de museo.

“Cada objeto tiene su propia narrativa”, dice Viviana. Los más de 80 libros contables del almacén, que datan desde 1937, permiten a los visitantes vislumbrar la historia de este lugar a través de nombres y compras de una comunidad que, hoy en día, cuenta con muy pocas familias residentes.

Sabores de Tradición y Cultura

La experiencia en El Puntal se enriquece con la cocina casera, donde los sabores del campo son protagonistas. Ofrecen pan recién horneado, tablas de fiambres, empanadas criollas, carnes asadas y deliciosos postres como tortas fritas y pastafrola. Viviana destaca su pasión por la cocina: “Me gusta jugar con los sabores y crear momentos”.

Además, el espacio ofrece actividades culturales como talleres de cerámica, clases de cocina y eventos donde los visitantes pueden preparar sus propios platillos. Cada actividad está diseñada para un número reducido de participantes, asegurando una experiencia íntima y memorable.

Un Encuentro de Cultura y Comunidad

El Puntal no es solo un almacén; es una fusión de cultura, tradición y gastronomía. Ubicado en un pueblo donde la vida rural todavía florece, se ha convertido en un puente entre el pasado y el presente. Viviana aclara: “No solo buscamos ocupar el espacio, sino que queremos que se aprecie en toda su esencia.”

Este rincón especial de Buenos Aires ofrece una experiencia única, donde la comida evoca recuerdos de infancia y cada visita invita a disfrutar del tiempo sin apuros. En un mundo acelerado, El Puntal se erige como un refugio donde el pasado y la modernidad coexisten armónicamente.