Hampi: Descubriendo el Tesoro del Sur de India
El camino hacia Hampi revela joyas ocultas en la región de Karnataka, donde impresionantes templos y un rico legado cultural esperan ser explorados.
La fascinación por Hampi, el tesoro del sur indio, comienza mucho antes de llegar a su destino. Rodeado de jardines, mercados y colinas verdes, este sitio alberga 360 palacios y esculturas que siguen cautivando a la Archaeological Survey of India. Al adentrarse en esta tierra donde la fantasía y la realidad se entrelazan, se despliegan vibrantes colores, aromas embriagadores y evocadores rincones por descubrir.

La ciudad de Hassan, parada habitual en el camino hacia el destino principal, destaca por su legado literario jainista. Durante el dominio de los hoysalas entre los siglos X y XIV, esta zona fue un centro neurálgico de arte y música, dando vida a los emblemáticos templos de Halebeedu y Belur. Hoy, tanto turistas como habitantes locales visitan estos lugares sagrados, descalzos y sumidos en la espiritualidad, mientras la historia hindú cobra vida a través de grabados intrincados.
Templo de Shiva en Halebeedu
En el corazón de Halebeedu, rodeado de un vibrante mercado, se erige el templo dedicado a Shiva, el dios guerrero. Con un hermoso jardín y una angosta vereda de piedra, el templo despliega escenas épicas de batallas y leyendas que narran la rica mitología hindú.

Entrar al santuario, siempre activo, es un ritual que requieren los visitantes. Aquí, la figura de Nandi, el toro sagrado, resalta la importancia de la fertilidad en la devoción a Shiva. Se estima que la construcción del templo inició en el siglo XII, aunque nunca se concluyó. Los muros exteriores cuentan con intrincadas esculturas que representan episodios notables de la religión hindú, atrayendo a numerosos eruditos en busca de su mensaje oculto.

Belur: Un Templo a Vishnú
Belur, con sus tranquilas calles y el río Yagachi al fondo, es sede del templo dedicado a Vishnú. Este imponente edificio, terminado tras 103 años de labor, presenta un magnífico portal dorado, símbolo de la reverencia hacia este dios y sus múltiples encarnaciones.

La plataforma del templo brilla por sus complejas esculturas que narran historias gloriosas, incluyendo representaciones eróticas y danzas virtuosas. A diferencia de Halebeedu, Belur rebosa de devoción genuina, reflejando la relación entre ancianos y jóvenes ante la majestuosidad de su deidad.

Frente al salón central del templo, la estatua de Garuda, ave mística y vehículo de Vishnú, observa el flujo constante de visitantes, algunos de los cuales sucumben a las tentadoras ofertas de los artesanos locales. Estas pequeñas decisiones refuerzan la vitalidad de una comunidad que también encuentra su sustento a través de la devoción.
