Desde su creación, Tiempo Argentino se destacó por su creatividad y diversidad, siendo impulsado por figuras como Raúl Horacio Burzaco, junto a Ricardo Cámara y Oscar Muiño, quienes guiaron un equipo lleno de pasiones y talentos excepcionales.

El Inicio de una Trayectoria Inolvidable

Un mensaje que llegó en 1983 transformó mi vida laboral: un examen para un puesto como correctora en este emblemático diario. Venía de un entorno más modesto en Olavarría, y el edificio de Lafayette 1910 me resultó un verdadero sueño. Allí había un quiosco, un bar, y una enorme redacción llena de energía creativa.

Una Nueva Era en la Redacción

Conocí a grandes artistas como Alejandro Malofiejj y Carlos Garaycoechea, quienes sorprendían con su magia en forma de mapas e historietas. La merienda se servía en tazas elegantes, creando un ambiente único. Aprobé el exigente examen que me permitió formar parte de este fascinante lugar.

Desafíos y Adaptaciones

Sin embargo, desde 1985, se cocinaban cambios importantes. La llegada de las computadoras se preveía como una amenaza para el empleo. Burzaco, con su sólida visión, abordó este tema en una de sus analíticas contratapas. A pesar de los cambios, el rol del corrector seguía siendo vital: mejorar la precisión y el sentido detrás de cada palabra.

Una Maquinaria de Precisión

En aquella época, todo se realizaba con un enfoque meticuloso: desde la revisión de fotografías hasta el armando de las páginas. El ritmo era vertiginoso; la disciplina y el compromiso eran claves para cumplir con los plazos y la calidad del contenido.

Recuerdos de una Época Dorada

A través de los años, Tiempo Argentino fue testigo de eventos únicos. Desde los viajes presidenciales de Alfonsín, hasta el paso de figuras icónicas como Isabelita Martínez de Perón, la redacción vivía momentos de intensa actividad y emoción.

Relatos Completos de Vida

Cada jornada estaba llena de anécdotas: desde la llegada de flores en el Día de la Mujer, hasta las sobremesas que se extendían hasta el amanecer, donde risas y recuerdos eran eternos. La camaradería formaba parte del día a día en este lugar donde cada periodista dejó su marca.

Un Legado que Perdura

Con muchos colaboradores, entre ellos figuras reconocidas como Miguel Briante y Maitena, Tiempo Argentino se consagró como un verdadero referente del periodismo argentino. Cada nota firmada, cada frente de página, contaba una historia, una lucha por la verdad y la libertad.

El próximo 21 de noviembre, recordaremos a aquellos que ya no están y celebraremos la rica herencia de este valioso periódico en Callao 361. Un encuentro que promete revivir la esencia de lo que vivimos en este icónico lugar.